Otoño-Invierno de 221
Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Nivel
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6 |
Exp
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15 puntos |
Dinero
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350 ryō |
Ficha de personaje
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Taka Kisame Datos básicos
· Fecha de nacimiento: Tsuchiyōbi, Viento Gris, año 202 · Residencia: 雨隠れの里, Amegakure · Sexo: Masculino · Facultad personal: 仙術, Senjutsu · Naturalezas del chakra: 土遁, Doton Descripciones
· Física: · Psicológica: Atributos
· Nivel: 6 • Fuerza: 20 • Resistencia: 20 • Aguante: 20 • Agilidad: 20 • Destreza: 30 • Poder: 30 • Inteligencia: 50 • Carisma: 20 • Voluntad: 30 • Percepción: 20 • PV: 110 • CK: 150 Facultades
• Facultad personal: 仙術, Senjutsu: 20
Inventario
¤ Bandana Ninja ¤ Portaobjetos básico [6/10]
Méritos y defectos
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Historia
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El nacimiento de un nuevo infante siempre es una bendición para una familia, pero no lo era tanto para la de Kisame... En aquel momento, atravesaban una malisima época económica. Haruka, su madre, era una mujer determinada y alegre, alguien de quien Kisame se hubiera sentido muy orgulloso. Solo quería tener un niño y no le importaba si aquel momento era el mejor, o no era el más adecuado. En contraposición, estaba su padre Ichiro. Un tipo de carácter recio y orgulloso, el mayor de sus hermanos y por tanto, quien debía llevar el peso de su familia. El no quería que aquella criatura viniera al mundo porque no sabía si la podría mantener y darle una infancia digna. Además, si resultaba ser varón, debía ser él quien tomara las riendas de la familia en un futuro. Aceptó, simplemente porque sabía que a su mujer le hacía muy feliz pensar en la idea de alguien que fuese de su sangre entre sus brazos. El fruto de su unión y de su cariño. El embarazo fue duro, pero no hubo ninguna dificultad asociada. Con el paso de los meses, Ichiro fue convenciéndose de que haría lo que fuera para que aquel niño saliera adelante. Todo parecía de color de rosa en la familia Taka hasta aquel día. Todo parecía bueno, incluso llegaban a opacar la preocupación por la situación económica que pasaban con sonrisas. Aquella noche... Un Tsuchiyōbi de Viento Gris en el año 202. Hacía poco que la nueva Arashikage había sido nombrada y la familia se sentía muy tranquila con su mandato. El momento era perfecto y el gran día llegó. Haruka se puso de parto y su marido se apresuró a llevarla al médico de la villa para que se encargara de ello. El orgulloso Ichiro tuvo que quedarse fuera de la sala tras discutir unos segundos con el médico, pero en el fondo estaba feliz de lo que estaba ocurriendo. El hombre y su asistente hicieron lo que pudieron, el parto se complicaba cada vez más y Haruka no paraba de gritar de dolor. Ichiro paseaba nervioso en el umbral de la puerta con un gran sentimiento de impotencia inundándole el pecho. Haruka daba todo para que saliera bien, y lo consiguió. Era una chica muy joven y menuda en su primer parto, perdió mucha sangre. Tras todo eso, sus gritos se apagaron casi de golpe, y un llanto inundó la sala. La asistente del médico le acercó el bebé a su madre, pero esta no respondía. Le tomó el pulso, pero ya era demasiado tarde. Ambos dos se miraron y tras intercambiar una mirada amarga el médico se dirigió a la puerta con el bebé entre sus brazos, pero su expresión era amarga y lúgubre. Ichiro, con una sonrisa de oreja a oreja se acercó al bebé y le pasó su dedo índice por el pecho y la barriga, pero tras unos segundos se dió cuenta de que el médico quería decirle algo. No hicieron falta palabras, simplemente miró alternativamente a su mujer y a el, y el rostro del padre cambió bruscamente. -Haruka... -dijo casi sin poder articular palabra, y se acercó caminando lentamente hacia el cuerpo de su mujer. Se había acabado. El amor de su vida había perecido sin poder disfrutar de aquello que tanto deseaba. No sabía muy bien qué decir ni qué hacer. Se abrazó a su difunta esposa y comenzó a hablarle -Vamos, despierta cariño, deja de hacer el tonto... -Mascullaba entre lágrimas de impotencia empapadas en una profunda tristeza. El médico ofreció al pequeño Kisame a su asistente y le colocó una mano en el hombro -Ichiro... -Pero no dijo nada más. En realidad, no sabía ni siquiera que decir... Ichiro se sentía desolado. Aquella noche no durmió en absoluto. Ahora debía de retomar su vida como ninja y trabajar duro para mantener esa bendición que se le había otorgado. Se sentía contrariado, pues no tenía demasiado claro si este chico lo era en realidad, o había sido algún tipo de castigo de un shinigami. Decidió llamarle Kisame, como su padre. Y le enseñaría todo lo que el sabía sobre taijutsu y ninjutsu. Sería su maestro y padre al mismo tiempo, aunque aún no sabía que aquella empresa le quedaba demasiado grande. Su vecina Kata, una anciana honorable y respetada por su padre tendría que cuidarlo mientras él trabajaba. Era una buena mujer, de buenos modales y un código de honor ferreo que mantuvo durante toda su vida. Era la última persona de confianza de su padre que quedaba viva, y había sido parte de muchas misiones con él, por lo que no se le ocurría una persona mejor para el cuidado del niño. Quizás fuese una mujer dura, pero eso le enseñaría disciplina mientras él no estaba. Cada día, en cada misión que realizaba, pensaba en Kisame. Poco a poco fué olvidando aquello de la bendición. Poco a poco su ambición por vivir fué decayendo. El rápido Ichiro, un ninja bastante respetado entre sus compañeros, fué perdiendo su templanza y calma con el paso del tiempo. Poco a poco, fué olvidando que era lo que su mujer más quería, y ese pensamiento fué sustituido por una impotencia sin precedentes. Se culpaba cada día por no haberla disuadido de su idea. Seguramente de esa forma aún seguiría siendo feliz con su mujer. Seguramente, ahora sería feliz, eso creía el. El pequeño Kisame fué creciendo. La poca atención que su padre le daba y la dura educación de la señora Kata lo estaba convirtiendo, desde muy niño, en una persona fría, distraída y alejada de las relaciones sociales. De forma innata, y por las circunstancias que le tocaban, leyó mucho y desarrolló un intelecto y una madurez no demasiado comunes entre alguien de su edad. Pasaba días enteros leyendo libros y escuchando los consejos de la señora Kata. Su padre, solo quería que siguiera su legado. Quería que su hijo fuese más rápido que el, mas inteligente y más diestro con los sellos y el Taijutsu que practicaba, pero el pequeño odiaba el entrenamiento físico y trataba de escabullirse de él siempre que podía. Quizás por la gran presión que su padre le imponía. El rápido Ichiro solo quería que fuese como él, pero no se daba cuenta de que su camino ninja no era ese. Cegado por lo que sentía hacia su difunta esposa y contrariado por la vida solitaria que había llegado, le propinaba insultos y desprecios cada vez que fracasaba en un entrenamiento físico, sin recompensarle por los enormes avances en el ninjutsu que estaba teniendo en la academia. Pasaban los años, y Kisame cada vez tenía más claro que su camino ninja no era ser un portento físico en cuanto a velocidad, ni mucho menos era utilizar el taijutsu como principal forma de pelear. Su padre se sentía decepcionado e impotente porque no había podido conseguir lo que él quería, y se lo manifestaba a menudo. Haciendo mella en la ilusión que el jóven ponía por impresionar a su padre con sus geniales calificaciones en los exámenes de ninjutsu... Pero un día... El atormentado Ichiro volvía del trabajo al anochecer, y como era costumbre, avisó a su hijo para el entrenamiento. El joven Kisame no había perdido su motivación pese a todo esto, pues quería que su padre entendiera que podría ser un gran ninja, y ayudarle a superar el incidente de su madre. Dormía mal, se sentía cansado, pero no le decía nada de eso a su padre. No quería parecer un debilucho como él decía. Aquel día, su padre no quiso salir a entrenar bajo la lluvia, sino que le esperaba en el salón de su casa con un enorme pergamino apoyado en el suelo y siendo sostenido por su mano izquierda -Hijo, creo que después de tanto tiempo, eres digno de conocer el jutsu que me enseñó mi padre, y a su vez a él se lo enseñó el suyo, y ha ido pasando de generación en generación en mi familia-. Kisame sonrío por primera vez en muchos años, no cabía en su gozo. Su padre le había llamado digno, y eso le llenó de motivación. Unas lágrimas de alegría resbalaron por sus huesudos pómulos y asintió con energía. En ese momento, y sin mostrar ningún tipo de gesto afectivo o de aprobación extendió el pergamino sobre el suelo y luego le miró a los ojos tendiéndole un kunai -Quiero que te hagas un corte en el dedo pulgar y lo restriegues aquí -Dijo señalando un lugar en blanco. Al lado de ese, había otras muchas marcas como la que él le solicitaba y... Simplemente lo hizo. Confiaba plenamente en su padre y aún sin entender nada, si ese era un trámite para aprender el jutsu de su padre, sería bienvenido. Con el paso de los meses, el joven aprendió a utilizar el jutsu que le había enseñado su padre. Quería conseguir invocar a aquel mapache bípedo tan grande, como la que su padre le había enseñado después de que él mismo hiciera el pacto. El animal le pareció tan sabio y hábil, y le entusiasmaba tanto el hecho de poder llegar a conseguirlo que, con el tiempo, comenzó a ver avances... En resumen, y hasta el día de hoy, Taka Kisame vive con su padre siendo entrenado de forma recia y poco amigable, con la esperanza de algún día poder ser un orgullo para él y que el rápido Ichiro supere su pequeño trauma. |
Cronología
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Año 219
Año 220
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Técnicas del sistema
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Nº total de técnicas: 9/12 Habilidades: ¤ Autoridad de la Tormenta Habilidades: ¤ Escalada Vertical ¤ Andar sobre el Agua ¤ Kuchiyose no Jutsu Técnicas: ¤ Kawarimi no Jutsu ¤ Henge no Jutsu Técnicas: ¤ Doton: Retsudo Tenshō ¤ Doton: Doryūkatsu ¤ Doton: Doryūheki ¤ Doton: Moguragakure no Jutsu Técnicas: ¤ Genjutsu: Kai ¤ Kasumi Jūsha no Jutsu ¤ Magen: Kokoni Arazu no Jutsu |
Evolutivas
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Primera evolutiva (1-5)
Segunda evolutiva (6-10)
Tercera evolutiva (6-10)
Cuarta evolutiva (11-15)
Quinta evolutiva (16-20)
Sexta evolutiva (16-20)
Séptima evolutiva (21-25)
Octava evolutiva (26-30)
Novena evolutiva (26-30)
Décima evolutiva (31-35)
Undécima evolutiva (36-40)
Duodécima evolutiva (36-40)
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Técnicas alteradas
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Primer alterador (1-5)
Segundo alterador (6-10)
Tercer alterador (11-15)
Cuarto alterador (16-20)
Quinto alterador (21-25)
Sexto alterador (26-30)
Séptimo alterador (31-35)
Octavo alterador (36-40)
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Pacto
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Pacto de invocación
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Reacciones |
Reacciones más recibidas |
2
1
1
1
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Reacciones más dadas |
3
3
2
1
1
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