Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
1/05/2020, 16:06 (Última modificación: 3/05/2020, 19:59 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
Tras dos semanas de descanso, llegó el momento de la segunda ronda del torneo. Por primera vez en mucho tiempo, los perdedores de las sucesivas rondas se enfrentaban de nuevo para tratar de asegurar un puesto en el ránking final. Así pues, junto a las semifinales, a las que se le daba prioridad en el tiempo, se encontraban también las revanchas.
Los participantes, en silencio, fueron agrupados fuera del estadio en las dos categorías previstas, y diseminados en el interior del edificio en pequeños camerinos, en los que sólo se les proporcionaría una botella de agua para refrescarse, ante las quejas de algunos participantes que habían oído de sus compañeros murmullos sobre quicos, cacahuetes y otros aperitivos solo presentes para algunos. El protocolo ya estaba claro desde la última vez, de modo que los guardias se ahorraron las explicaciones y el proceso fue bastante más ágil.
Una vez tras otra, las dos puertas inferiores, frente a frente, se abrieron. Y una vez tras otra, de una de ellas salió un ganador... y de la contraria un perdedor.
Recordemos el ring de combate: una plataforma circular, de madera, de treinta metros de diámetro. Lo suficientemente espaciosa como para que los participantes luchasen a gusto sin herir al público, que estaba separado del ring por siete metros de césped y una baranda metálica.
De momento, el límite de actividad es de 72 horas desde la respuesta del contrincante. Pero ambos deberán contestar al tema en las primeras 72 horas, o se considerará que no se han presentado en el estadio a tiempo.
A partir del lunes 11 de mayo, el límite de actividad pasa a ser de 48 horas. A partir del lunes 18 de abril, el límite de actividad pasa a ser de 24 horas.
Un usuario que se salte el límite una vez, perderá su turno y el oponente tendrá derecho a acertarle con lo que desee, manipulándolo incluso. Si el límite se ha superado, el usuario ya ha perdido su turno. Eso quiere decir que YA NO PUEDE CONTESTAR. No se admiten quejas. No se admiten pactos entre los combatientes. No se puede esperar al oponente. Si uno de los dos no ha llegado a tiempo, es obligatorio saltarle el turno. Si ambos contrincantes se saltan el límite de turnos, el combate acabará en un empate manipulado por la administración. Nuevamente, aunque la administración tarde tres días más en pasarse, si ya se ha superado el límite, los usuarios no pueden contestar.
Si un usuario se salta el límite dos veces, perderá su turno y el oponente tendrá que rolear cómo lo deja inconsciente en el siguiente turno. Nuevamente, no están permitidos los acuerdos entre usuarios, esto debe hacerse sí o sí. Si un usuario se salta el límite dos veces y el otro se lo salta una vez justo después, la administración será la que rolee como ambos personajes caen K.O. al mismo tiempo. No habrá lugar para quejas y una vez superados los límites los usuarios no podrán contestar.
Como en otros combates, pero con mucha más importancia aquí, recordad seguir las reglas pertinentes a las Acciones ocultas. Y recordad, tirar un kunai al suelo atado con un hilo a una bomba, no son 3 AO (tirar un kunai al suelo, atarlo con un hilo, sacar una bomba del portaobjetos y atarla a dicho hilo). Es 1 AO (tirar un kunai al suelo atado con un hilo a una bomba). No abruméis con las AO, utilizadlas de manera justa y necesaria.
Resolved los conflictos por MP y con cordialidad. Si no se llega a un acuerdo, publicad un tema en Conflictos. No hay premios materiales en el torneo, y si perdéis vais a seguir combatiendo hasta el final. No os peleéis. Las decisiones del master que resuelva el conflicto serán inapelables.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
1/05/2020, 16:31 (Última modificación: 2/05/2020, 02:36 por Sagiso Ranko. Editado 1 vez en total.
Razón: Arreglo del código en la sección de Inventario
)
Respiro.
Después de su plática con su hermana y sus compañeros de Kusagakure, Ranko sabía que su oponente sería uno de dos: o la rubia Hana, con quien se había encontrado en un bosque (”No peleamos esa vez, así que no sé nada de sus habilidades…”) y un chico de Amegakure llamado Kisame (”Nunca había escuchado de él…”).
Respiro.
Ranko estaba calentando, preparando su cuerpo y mente para la siguiente ronda. Sus músculos estirados, su espíritu arriba y sus nervios solo un poco más bajos que dos semanas atrás, cuando se enfrentó a Takumi. Le avisaron que era momento. Dio un último trago a su botella de agua y se salió a paso rápido y no tan tembloroso.
Aunque era la segunda vez que veía las gradas desde esa posición, no pudo evitar tener un retortijón en el estómago. Estaba segura de que no era su desayuno.
”Tranquila, Ranko. Ya lo hiciste una vez. Vas a poder hacerlo de nuevo. Ganes o pierdas contra tu oponente, debes de ganar sobre ti.”
Respiro.
Vestía ropas idénticas a la vez anterior, pues Kuumi se había tomado la molestia de surtirla de varias mudas similares. Ranko fue a su posición y respiró muy profundamente. Esperaría a su oponente para hacer el Sello de la Confrontación antes de ponerse en posición de combate. Entonces una voz le llegó de las gradas.
—¡¡VAMOS, HAKUTO!!
Aunque no logró ubicar a su familia de un vistazo, Ranko no podía confundir la voz de su hermana melliza. Sonrió tímidamente, inspirada, y le dedicó una reverencia al público.
—¡Kusagakure no Hakuto! —dijo con voz más firme que en el combate anterior —. ¡S-se presenta de nuevo!
”Me siento un poco ridícula… Pero Kuu-chan debe de tener razón, ¿no? ¡Si quiero hacerme de un nombre, tengo que usarlo yo! ¿No? ¡Qué pena!”
Sus puños, apretados para contener los nervios, temblaban levemente. No pudo evitar humedecer sus ojos. Tenía que aguantar, apenas comenzara el combate podría enfocarse en su oponente, y no en esos millones (para ella eran millones) de personas fijándose en ella.
¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (atada alrededor del cuello)
¤ Portaobjetos básico[Capacidad 7/10](ajustado sobre su cinto, a su izquierda), dentro el cual:
Shuriken x 3 [Corte superficial 8PV, Corte/impacto 12PV]
Kemuridama [Consumible, 6m de humo por 2 turnos]
Hilo shinobi [Consumible, 10/10m]
C-Ranku no Kibaku Fuda [Consumible, 30PV, 1.5m radio]
¤ Wakizashi (a la espalda, a la altura de la cadera, empuñadura hacia la derecha) [Mango/vaina 12PV, Corte superficial 18PV, Corte 22PV, Penetración 30PV]
2/05/2020, 01:54 (Última modificación: 2/05/2020, 16:31 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
Nuevamente ahí estaba, esperando su turno para pelear mientras pensaba en lo banal de las discusiones de algunos participantes con la organización por no haber recibido frutos secos en su zona de descanso previa al combate. Él no quería nada, estaba demasiado tenso y sabía que este combate sería muchísimo más difícil pues todos los que habían pasado a la siguiente ronda debían de ser duros oponentes. Confiaba en sus posibilidades, ciertamente, pero era consciente de que en su categoría había gente muy superior, solo esperaba no encontrarse con uno de esos frente a él esta vez. Pese a que el combate anterior había sido bastante sencillo, no estaba para nada confiado.
Salió a la zona de combate sin decir nada a los guardias y nuevamente, tratando de ignorar al público miró a su oponente. Esta vez su impasibilidad se veía perturbada por algunos nervios y más aún cuando supo que su oponente era aquella contra la que su amigo Takumi había perdido. No sabía demasiado, solo había escuchado entre algunos de los asistentes en conversaciones perdidas que el combate había sido corto y que había destrozado a Mono. Si eso era completamente cierto, era seguro que esa chica sería difícil. Conocía las habilidades de Takumi y a pesar de que él mismo era superior a él en cuanto a artes bélicas, alguien que vence rápido a un marionetista como Takumi no era digno de subestimar ni tomarse a broma.
Saludó a su oponente con un gesto frío y una reverencia aunque si era lo suficientemente observadora se daría cuenta de que aquella frialdad e inexpresion era solo una fachada que cubría los nervios que le estaban anudando la garganta y el estómago. Ya que había sido educada, decidió serlo él también pues era de buen ver corresponder a un rival con el mismo respeto que le había dado. Pese a ser un inadaptado, empezaba a comprender los códigos sociales y de respeto que tenían las personas en según que situaciones y los protocolos a seguir en ambientes como ese.
-Taka Kisame -Dijo con sequedad, haciendo un claro esfuerzo por articular palabra.
Viendo que había sido honorable en dejarle la iniciativa, quiso aprovecharla. En un entrenamiento habría sido caballeroso y le habría vuelto a ceder el privilegio, pero sabiendo lo poco que sabía de ella, no podía bajar la guardia, al menos hasta saber como demonios iba a defenderse, a atacarle... sus puntos fuertes y débiles. Comenzó a enlazar sellos una vez vio que se ponía en guardia y terminaba de hablar dejando apenas un segundo en el que sabía que ella se prepararía para comenzar. Era su mejor baza y no podía quedarse a la defensiva, quizás sería arriesgarse. Utilizar la misma estrategia dos veces era, cuanto menos, poco inteligente, pero no se le ocurría una mejor opción, ya había comprobado la efectividad de aquella técnica, habría que ver si colaba una segunda vez.
-Kasumi Jūsha no Jutsu -Masculló tratando de no mover demasiado los labios, en un tono de voz muy bajo.
Si la técnica era exitosa... De forma instantánea, unas copias idénticas a él comenzarían a emerger del suelo armadas con kunais, vestidos completamente de negro haciéndole ahora muy difícil de distinguir entre ellos. Solo se quedarian allí rodeandole. Trataría de mezclarse entre ellos imitando su reducida velocidad de movimiento y entonces volverúa su mirada hacia ella mientras avanzaba con aquel grupo de Kisames que prácticamente cubrían la pista a lo ancho, tratando, poco a poco, de acorrarlarla contra el borde.
¤ Bandana Ninja
¤ Portaobjetos básico
¤ Kemuridama, Bomba de humo (3)
¤ Comunicador básico
¤ Hilo shinobi
¤ Kasumi Jūsha no Jutsu ¤ Técnica de los Sirvientes de la Niebla - Tipo: Apoyo (Genjutsu ambiental) - Rango: D - Requisitos:Genjutsu 20 - Gastos: 25 CK (impide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: (ver descripción) - Sellos: Buey → Jabalí → Caballo → Rata → Palmada - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: 30 metros
Este genjutsu crea una serie de réplicas ilusorias del usuario, vestidas completamente de negro y armadas con kunais también ilusorios, que aparecen uno por uno desde los árboles, las rocas u otros obstáculos del entorno (incluso del suelo) para arrinconar al enemigo. Sus movimientos son más lentos de lo normal, pero cuando son atacados se multiplican, por lo que en este sentido parecen fantasmas que habitan en la niebla.
Efectivamente, su contrincante no sería la Uzujin rubia, sino el Amejin desconocido, quien se presentó como Taka Kisame. Era un chico de aspecto enfermizo, o al menos así lo pensó ella. Pero sería un error suponer que solo por eso sería débil. La Kusajin asintió e hizo el Sello de la Confrontación.
—Sagisō Ranko. —le respondió.
Se colocó en posición, adoptando la pose de combate del Hakuto no Mai. Sin embargo, fue él quien dio el primer paso en aquel baile. Después de algunos sellos y un susurro que Ranko no alcanzó a oír, un montón de copias de Kisame comenzaron a emerger de la plataforma.
—¿Eh? ¿Pero qué…?
El grupo de Kisames se movía lentamente, todos empuñando sendos kunai. Por un momento, Ranko no supo cómo reaccionar. ¿Se trataban de Bunshin? No, eran demasiados. Entonces, ¿qué…?
>(...) debes saber que no todo el mundo con quién he luchado ha visto mis genjutsus
Un recuerdo de algún tiempo atrás le golpeó la nuca, con la voz de Yota.
>Ooh… Nunca había visto uno así. ¡Qué interesante!
>¡Oh, sí! Los hay de muchos tipos. La verdad es que es una rama bastante Interesante...
¡Sí! Yota había utilizado el mismo Genjutsu en su combate de práctica con ella.
¡Ah! ¡Yota-san tenía razón! ¡Y debí de haber entrenado algo al respecto! Será lo siguiente que averiguaré. Ahora… ¿Cómo salgo de un Genjutsu? Ah, cierto, esa vez no salí… Yota me venció y acabó el combate. Lo que sí recuerdo es que cada que intentaba golpearlo, aparecían más.”
No sabía cómo lidiar con un truco así, sólo le quedaba encararlo a su manera: de frente. Bueno, con las piernas hacia adelante. De preferencia dirigidas al rostro del enemigo.
Comenzó a hacer sellos, y luego escupió lo que parecían ser dos piedras. Incluso antes de chocar contra el suelo, las piedras habían comenzado a transformarse, y continuaron así hasta convertirse en dos copias exactas de Ranko: una a su derecha y otra a su izquierda.
—Venga, chicas —dijo la original mientras desenvainaba a Higanbana, su wakizashi. Los clones hicieron lo mismo —. Recuerden, si se divide, no es el verdadero. ¡Sigan golpeando!
Con sendas espadas, las Rankos hicieron cara a los Kisames. Dejarían unos dos metros entre cada una y, cuando estuviesen cerca de sus oponentes, los atacarían con mandobles de sus sables. Aunque los vieran dividirse, intentarían mantenerse firmes y no retroceder. Tenían que enfocarse en darle al real, sólo en eso, aunque el Genjutsu, a pesar de saber que era uno, lo hacía todo muy difícil.
¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (atada alrededor del cuello)
¤ Portaobjetos básico[Capacidad 7/10](ajustado sobre su cinto, a su izquierda), dentro el cual:
Shuriken x 3 [Corte superficial 8PV, Corte/impacto 12PV]
Kemuridama [Consumible, 6m de humo por 2 turnos]
Hilo shinobi [Consumible, 10/10m]
C-Ranku no Kibaku Fuda [Consumible, 30PV, 1.5m radio]
¤ Wakizashi (a la espalda, a la altura de la cadera, empuñadura hacia la derecha) [Mango/vaina 12PV, Corte superficial 18PV, Corte 22PV, Penetración 30PV]
A la vista / No visible / Agotado
Daño recibido:— Posible daño infligido:
En caso de acertar con la original: 18PV [Corte superficial] o 22PV [Corte]
En caso de acertar con los clones: 9PV [Corte superficial] u 11PV [Corte]
¤ Doton: Iwa Bunshin no Jutsu x 2 (No reciben CK extra.
Nunca antes había visto esa técnica... Parecía que además de ser usuario del mismo elemento que él, también sabía hacer clones de roca. Parecía conocer la técnica o simplemente no tener miedo de ella... Algo que podría esperarse de una shinobi de nivel más alto que el suyo. Eso le provocó un poco de inseguridad pues su principal forma de evadirla había fracasado al menos por el momento. La parte buena es que le había dado algo de tiempo y eso tenía que aprovecharlo. Sintió algo especial dentro de él, como si el hecho de tener de frente un desafío le hiciera mas fuerte, pensar con mas agilidad, mirar con más atención... Todo él estaba en mejor forma y era algo que jamás había sentido... ¿De eso hablaba Ichiro cuando le decía que los Taka reaccionan mejor ante los rivales difíciles?
A medida que los clones de rocas golpeaban a las ilusiones, estas se hacían mas y mas numerosas. Aprovechó este momento de confusión para dejar caer sutilmente una bomba de humo de su portaobjetos. Justo en ese momento, una gran nube de humo se formó a su alrededor cubriendo un buen número de copias, aprovechó este momento entonces para mezclarse nuevamente entre las ilusiones, alejándose de ambos clones mientras enlazaba una serie de sellos.
-Henge no Jutsu -Musitó en susurros aprovechando el murmullo del público para ocultar sus palabras y no revelarse más de lo necesario.
Rápidamente, se transformó en una copia exacta a los sirvientes, que no dejaban de ser él mismo pero... Empuñando un kunai en la mano izquierda. Ahora tenía cerrada la debilidad de su técnica. Contra Tsubaki no había sido necesario utilizar aquella medida, no obstante, Ranko parecía mucho más experimentada y toda precaución era poca. Siguieron avanzando hacia la shinobi real, sin inmutarse ante cada ataque, multiplicándose mas y mas, comenzando a cubrir ahora la mitad exacta de la zona de combate, pronto la tendrían acorralada.
- PV:
100/100
–
- CK:
107/140
– Regeneración impedida.
*Contra todo pronóstico activo *Sirvientes de la Niebla activa *Transformación activa
No funcionaba. Bueno, sí y no, avanzaba sin temor entre los Kisames, pero no podía evitar sentirse abrumada. Sabía que eran ilusiones, no estaban allí. Estaba segura. ¿No? Entonces ¿por qué temía cada que un enemigo se dividía? ¿Por qué los apartaba como si sus kunai fuesen a hacerle daño?
Entre sus dudas, hubo un estallido de humo cercano que ocultó varias copias. Las Rankos siguieron su maniobra de mandoble tras mandoble, pero en dirección contraria al humo.
”¡Allí está! Pero no puedo hacer nada con todas estas cosas… Tendría que apartarlas o…”
—¿Qué tal un Retsudo Tenshō? ¡Así le damos a varios al mismo tiempo! —dijo una.
—No, igual se dividirían. ¡Creo que empeoraría las cosas! ¿Shunjukkyaku?
—¡Sería lo mismo!
—Kuumi lo dijo —las otras dos Rankos interrumpieron sus cortes por un momento —. Hace mucho, en Yugakure, cuando insistía tanto que Mei-san me tenía en un Genjutsu.
—Sí —Una de los clones miró su wakizashi —. Me picó fuertemente con un palillo y dijo que eso… que eso “de seguro me sacó del Genjutsu” ¿Acaso significa que…?
Un palillo, aunque doloroso, no se comparaba con una wakizashi afilada. Era la única salida que se le ocurría, además de pasarse tres horas golpeando las sombras de Kisame. La Ranko original, tragando saliva, asintió y mostró su brazo izquierdo. Apretó los dientes. Estaba segura de resistir algo así. El clon alejó la cuchilla de los Kisames y lanzó un corte hacia la Ranko original, hiriéndola en el brazo. La manga del ropaje se rasgó, y la chica comenzó a sangrar. Hubo un chispazo de dolor que, aunque disminuiría un poco, se mantendría por el resto del combate.
¡Y funcionaría! Todas las copias de su oponente desaparecerían, y solo quedaría el Kisame original.
—Allí… Allí está, Taka-san. —dijo la original, sonriente, mientras envainaba su espada. Los clones harían lo mismo.
Se acercarían a él, cautelosas, pues no sabrían qué más podría haber hecho dentro de aquella nube. Habría gastado valiosos segundos de combate pensando qué hacer, pero sentía que había valido la pena. Pensó que no importaría que su oponente tomara la batuta, pues ya no había ilusiones molestas de por medio. Se prepararían para atacar, o contraatacar.
¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (atada alrededor del cuello)
¤ Portaobjetos básico[Capacidad 7/10](ajustado sobre su cinto, a su izquierda), dentro el cual:
Shuriken x 3 [Corte superficial 8PV, Corte/impacto 12PV]
Kemuridama [Consumible, 6m de humo por 2 turnos]
Hilo shinobi [Consumible, 10/10m]
C-Ranku no Kibaku Fuda [Consumible, 30PV, 1.5m radio]
¤ Wakizashi (a la espalda, a la altura de la cadera, empuñadura hacia la derecha) [Mango/vaina 12PV, Corte superficial 18PV, Corte 22PV, Penetración 30PV]
A la vista / No visible / Agotado
Daño recibido:11PV, [Corte de wakizashi de piedra] Posible daño infligido:—
Seguía avanzando hacia adelante, era solo cuestión de tiempo el hecho de salir de la bomba de humo. Caminaba despacio emulando el movimiento de sus clones pero... Una vez salio del humo pudo ver como todas las copias de roca y la Ranko real le miraban. Había deshecho la ilusión... Esa era la única arma que tenía contra alguien que le sacaba tantísimo nivel de combate. Quizás fuese alguien valiente y quisiera ganar, pero no era completamente estúpido. Si había destrozado a Mono sin querer, podría romperle algún hueso de la misma forma y lo cierto es que no tenía ganas de sentir dolor de forma innecesaria. Era un torneo, no una misión.
-Me rindo -Dijo en un tono un poco mas alto de lo habitual, al tiempo que deshacía su transformación y levantaba su brazo izquierdo.
Una retirada a tiempo es un éxito, no un fracaso. Desde luego, su integridad física estaba por encima de su orgullo y mas aún en algo tan banal como un torneo en el cual solo se disputaba un premio sin importancia y la gloria, el reconocimiento que, en su caso, posiblemente solo le sirviera para que pasar desapercibido entre la multitud le costase mas aún. Ya tendría tiempo de demostrarle a Ichiro lo que valía, pero hoy no. Hoy había salvado su integridad física y estaba orgulloso. Reverenció hacia su oponente, se acercó a la Arashikage e hizo lo mismo. Fue entonces cuando comenzó a caminar de vuelta hacia su sala. Había perdido y lo cierto es que no tenía intención alguna de socializar con nadie. Había venido a competir, no a hacer amiguitos...
Fue lo único que soltaron los labios de Ranko. Se detuvo en seco, al igual que sus clones, quienes la voltearon a ver, confundida.
”Se… ¿Se rinde?”
La Kusajin entornó los ojos, como si se tratase de otra ilusión. Kisame deshizo un henge previo, mientras Ranko juntaba las manos para deshacer sus clones, los cuales cayeron hechos escombros y rocas. Respondió a la reverencia de Kisame. No podía digerirlo del todo. ¡Era el Torneo de los Dojos! ¿Cómo podía abandonarlo así?
La postura de Ranko se relajó cuando vio que el chico se retiraba en serio.
”¿Por qué?” ¿Fue porque…? ¿Acaso lo intimidé? No, no creo… ¿Acaso ese Genjutsu era su fortaleza? Tampoco, pues la marioneta era el fuerte de Takumi-san y aun así continuó luchando. No… No entiendo.”
Miró sus manos. Huir de un combate antes de pelear en serio. No lo comprendía, para nada. Y su conversación con Hamaura Kazuma apareció en su memoria.
”Es algo complicado, ¿no, Kazuma-san? Y algunos no saben cuándo parar. Tal vez otros lo tienen bastante claro. Te tendré en mente, Taka Kisame-san. Tal vez algún día logre sacar más de ti.”
Ranko no habló. Le dedicó una reverencia a la multitud. Muchos estarían confundidos, otros decepcionados, y otros reirían. Y Ranko quedaría con un sabor amargo por el resto del día.