25/09/2019, 19:58
(Última modificación: 25/09/2019, 21:36 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
El recién llegado parecía observar la escena, recogiendo información mentalmente de lo ocurrido mientras Kisame se perdía en sus pensamientos. No podía quitarse de la cabeza que si algo la había ocurrido, quizás tuviera que hacer una barbaridad. No estaba seguro de poder dejar vivos a esos shinobi que habían atacado a Kata. Intentó serenarse respirando hondo y dejó en paz las medicinas de la anciana. No era momento de ponerse sentimentales, aquellas palabras del chico le animaron un poco. Era alguien que denotaba experiencia a pesar de aparentar una edad no muy lejana a la suya.
No respondió a lo que le dijo el chico por el momento, simplemente comenzó a caminar por la habitación reconstruyendo los hechos. Estaba claro que habían entrado a raptarla de forma limpia, la señora había intentado defenderse con ninjutsu. Aquello les había salido mal, entonces idearon una vía de escape rápida. Estaba claro que los raptores eran shinobis, o al menos ninjas. De haberla querido matar, seguramente no se habrían molestado en escapar de allí con el cuerpo.
El amejin se separó de Roga unos pasos tras recibir sus palabras de ánimo, abrió ligeramente las piernas a la anchura de hombros y se dispuso a hacer sellos: Jabalí, perro, pájaro, mono, carnero, para después morderse el dedo pulgar de la mano izquierda: Dejó caer ambos hombros hacia abajo, con la palma de la mano izquierda apuntando al suelo y su mano derecha agarrando el antebrazo izquierdo.
-Kuchiyose no Jutsu! -Una gran nube de polvo blanco cubrió el espacio bajo su mano.
Una vez se disipó la nube, bajo ella apareció un mapache bastante voluminoso. Más o menos de unos 40cm de alto y más de 60 de largo. Con una tupida cola y un pelaje de color pardo con pintas blanquecinas. Un hocico afilado con dos grandes círculos negros alrededor de sus ojos. A pesar de su tupido pelaje, tenía aspecto esbelto y ágil, quizás algo más que un tanuki común.
-Necesito que memorices el olor de las sábanas que hay al lado del agujero, necesito que lo rastrees -Ante las instrucciones del Genin, el animal, como si hubiera entendido todo a la perfección se dispuso a olisquear las sábanas con cuidado -Tienes toda la razón, si me quedo lamentándome no voy a conseguir nada... Lo mejor es ponerse en marcha cuanto antes -Dijo con tono frívolo tomando su posición natural y acercándose a Roga -No lo tengo muy claro... Lo único que se me ocurre es que sea un enemigo de mi padre. Él es un veterano jonin de la aldea y tiene muchos enemigos. Esta mujer fue su sensei y compañera durante muchos años, hasta que quedó tullida y tuvo que retirarse de la vida shinobi -Respondió, ahora con un tono menos frío, pero muy serio -Si pudieron llevársela, o bien es mas de uno, o bien es alguien con un nivel superior a un genin común... Aunque fuese anciana, aún tiene potencia para hacer alguna que otra técnica elemental -Concluyó Kisame mientras le miraba a los ojos.
Entre tanto, el compañero del amejin volvió a su lado y le miró, como queriendo decir que ya lo tenía todo bajo control.
-Él puede llevarnos hasta ellos, tenemos que ponernos en marcha -Anunció señalando al animal con su dedo índice derecho.
No respondió a lo que le dijo el chico por el momento, simplemente comenzó a caminar por la habitación reconstruyendo los hechos. Estaba claro que habían entrado a raptarla de forma limpia, la señora había intentado defenderse con ninjutsu. Aquello les había salido mal, entonces idearon una vía de escape rápida. Estaba claro que los raptores eran shinobis, o al menos ninjas. De haberla querido matar, seguramente no se habrían molestado en escapar de allí con el cuerpo.
El amejin se separó de Roga unos pasos tras recibir sus palabras de ánimo, abrió ligeramente las piernas a la anchura de hombros y se dispuso a hacer sellos: Jabalí, perro, pájaro, mono, carnero, para después morderse el dedo pulgar de la mano izquierda: Dejó caer ambos hombros hacia abajo, con la palma de la mano izquierda apuntando al suelo y su mano derecha agarrando el antebrazo izquierdo.
-Kuchiyose no Jutsu! -Una gran nube de polvo blanco cubrió el espacio bajo su mano.
Una vez se disipó la nube, bajo ella apareció un mapache bastante voluminoso. Más o menos de unos 40cm de alto y más de 60 de largo. Con una tupida cola y un pelaje de color pardo con pintas blanquecinas. Un hocico afilado con dos grandes círculos negros alrededor de sus ojos. A pesar de su tupido pelaje, tenía aspecto esbelto y ágil, quizás algo más que un tanuki común.
-Necesito que memorices el olor de las sábanas que hay al lado del agujero, necesito que lo rastrees -Ante las instrucciones del Genin, el animal, como si hubiera entendido todo a la perfección se dispuso a olisquear las sábanas con cuidado -Tienes toda la razón, si me quedo lamentándome no voy a conseguir nada... Lo mejor es ponerse en marcha cuanto antes -Dijo con tono frívolo tomando su posición natural y acercándose a Roga -No lo tengo muy claro... Lo único que se me ocurre es que sea un enemigo de mi padre. Él es un veterano jonin de la aldea y tiene muchos enemigos. Esta mujer fue su sensei y compañera durante muchos años, hasta que quedó tullida y tuvo que retirarse de la vida shinobi -Respondió, ahora con un tono menos frío, pero muy serio -Si pudieron llevársela, o bien es mas de uno, o bien es alguien con un nivel superior a un genin común... Aunque fuese anciana, aún tiene potencia para hacer alguna que otra técnica elemental -Concluyó Kisame mientras le miraba a los ojos.
Entre tanto, el compañero del amejin volvió a su lado y le miró, como queriendo decir que ya lo tenía todo bajo control.
-Él puede llevarnos hasta ellos, tenemos que ponernos en marcha -Anunció señalando al animal con su dedo índice derecho.