26/09/2019, 01:22
—Bueno, vas a hacer de cartero, chico, recuerda. No deberías correr peligro si no te metes donde no te llaman —dijo Yui. Se encorvó hacia adelante, apoyándose sobre la mesa con los antebrazos—. Cosa que no vas a hacer, ¿entendido? Mantén los ojos y los oídos muy abiertos —repitió—. Nada más.
La Arashikage volvió a ponerse cómoda y observó con preocupación, y, por qué no admitirlo, un poco de rabia, el tembleque en las manos de Kisame, su postura rígida y en general de nuevo el aspecto enfermizo de su cara, chupada, y hasta de su vestimenta.
—El Norte es un lugar muy frío en esta época del año. Asegúrate de aprovisionarse bien y hacerte con un buen, buen abrigo para el viaje antes de salir. Venga, andando. Buena suerte.
»En el pergamino tienes más detalles sobre tu destino y un sello que te servirá de credencial en el Servicio Postal.
La Arashikage volvió a ponerse cómoda y observó con preocupación, y, por qué no admitirlo, un poco de rabia, el tembleque en las manos de Kisame, su postura rígida y en general de nuevo el aspecto enfermizo de su cara, chupada, y hasta de su vestimenta.
—El Norte es un lugar muy frío en esta época del año. Asegúrate de aprovisionarse bien y hacerte con un buen, buen abrigo para el viaje antes de salir. Venga, andando. Buena suerte.
»En el pergamino tienes más detalles sobre tu destino y un sello que te servirá de credencial en el Servicio Postal.