27/09/2019, 10:16
Akame se dio cuenta de que había ido demasiado rápido, omitiendo muchas partes del relato. Estaba nervioso, cosa rara en él, y se notaba en su hablar. Normalmente hubiese ordenado sus pensamientos antes de verbalizarlos, pero ahora fluían por su boca como una catarata.
—La niña de la posada, Enma Kyōko, es en realidad la Undécima Itako. El Kage Bunshin que dejé custodiando a Okawa y Kiyoshi se enfrentó a ella, pero era demasiado fuerte; sólo tuvo opción de mandar una bengala de auxilio antes de que ella le derrotase. No te puedo asegurar que estén en el Templo de la montaña, pero, ¿qué otra opción hay? Enma Kyōko parecía muy disgustada por el hecho de que Okawa no quisiera cumplir con su obligación como Decimotercera Itako, así que lo más lógico es que la haya secuestrado para obligarla a hacerlo.
Nada más terminar su explicación, el Uchiha comenzó a masajearse las sienes con ansiedad. «Piensa, piensa, piensa...»
—Kyōko, la Undécima, usó algún tipo de técnica de barrera sobre el lugar donde está construído el Templo, así que no se puede usar chakra allí. Uno de mis Kage Bunshin lo comprobó de primera mano, nada más cruzar el límite de la barrera... "Puf" —Akame gesticuló para simular una nubecilla de humo con las manos.
Por suerte para el Uchiha, Rōga parecía decidido a continuar; eso le arrancó una media sonrisa. Antes de saltar a la siguiente rama y acelerar el ritmo en dirección a las escaleras de la montaña, el renegado exclamó unas palabras que buscaban infundirse determinación.
—Vamos a ello entonces. ¡Al Templo!
—La niña de la posada, Enma Kyōko, es en realidad la Undécima Itako. El Kage Bunshin que dejé custodiando a Okawa y Kiyoshi se enfrentó a ella, pero era demasiado fuerte; sólo tuvo opción de mandar una bengala de auxilio antes de que ella le derrotase. No te puedo asegurar que estén en el Templo de la montaña, pero, ¿qué otra opción hay? Enma Kyōko parecía muy disgustada por el hecho de que Okawa no quisiera cumplir con su obligación como Decimotercera Itako, así que lo más lógico es que la haya secuestrado para obligarla a hacerlo.
Nada más terminar su explicación, el Uchiha comenzó a masajearse las sienes con ansiedad. «Piensa, piensa, piensa...»
—Kyōko, la Undécima, usó algún tipo de técnica de barrera sobre el lugar donde está construído el Templo, así que no se puede usar chakra allí. Uno de mis Kage Bunshin lo comprobó de primera mano, nada más cruzar el límite de la barrera... "Puf" —Akame gesticuló para simular una nubecilla de humo con las manos.
Por suerte para el Uchiha, Rōga parecía decidido a continuar; eso le arrancó una media sonrisa. Antes de saltar a la siguiente rama y acelerar el ritmo en dirección a las escaleras de la montaña, el renegado exclamó unas palabras que buscaban infundirse determinación.
—Vamos a ello entonces. ¡Al Templo!