28/09/2019, 02:05
Tsukiyama Daigo se acercó al río a mojarse la cabeza. Una buena idea. Cuando uno sentía los primeros síntomas de un golpe de calor, lo mejor era tratar de rebajar la temperatura corporal cuanto antes. ¿Y qué mejor sitio que el Río de Oro para hacerlo?
El agua, fresca, bajó por la superficie de su cuello. Su pelo se empapó, como así también la capucha. Una idea fantástica, sin duda, la que había tenido. Solo había un problema. Un pequeñísimo contratiempo. Daigo…
… no estaba solo.
Daigo lo vio en el último segundo. Justo cuando se volvía a agachar, ahuecando las manos para coger un poco más de agua de la superficie. Estaba frente a él, y no lo había visto hasta a aquel jodido momento: cuando estaba a dos metros y a punto de abalanzarse sobre él.
¿Quién? Un maldito cocodrilo. De casi cinco metros de largo y que, con una velocidad asombrosa, saltó hacia él con las fauces abiertas, listo para rebanarle un brazo o lo primero que cogiese por delante.
El agua, fresca, bajó por la superficie de su cuello. Su pelo se empapó, como así también la capucha. Una idea fantástica, sin duda, la que había tenido. Solo había un problema. Un pequeñísimo contratiempo. Daigo…
… no estaba solo.
Tirada 3d10 de Percepción de Daigo, dificultad 6: 3, 5, 9
Daigo lo vio en el último segundo. Justo cuando se volvía a agachar, ahuecando las manos para coger un poco más de agua de la superficie. Estaba frente a él, y no lo había visto hasta a aquel jodido momento: cuando estaba a dos metros y a punto de abalanzarse sobre él.
¿Quién? Un maldito cocodrilo. De casi cinco metros de largo y que, con una velocidad asombrosa, saltó hacia él con las fauces abiertas, listo para rebanarle un brazo o lo primero que cogiese por delante.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado