30/09/2019, 14:43
—¡Sí, eso es, huye! —le gritó al animal, jubiloso al verlo escapar.
Se sentía como un campeón, como un dios, como si pudiera con cualquier cosa que le lanzara el desierto.
Pero esta vez no era cuestión de lo que le lanzaría el desierto a él, sino de lo que él le lanzaría al desierto, y no fue otra cosa sino su desayuno de esta mañana. Todo.
«Voy a morir...»
Daigo rebuscó en su mochila por su cantimplora. Necesitaba volver a hidratarse. Necesitaba agua.
Se sentía como un campeón, como un dios, como si pudiera con cualquier cosa que le lanzara el desierto.
Pero esta vez no era cuestión de lo que le lanzaría el desierto a él, sino de lo que él le lanzaría al desierto, y no fue otra cosa sino su desayuno de esta mañana. Todo.
«Voy a morir...»
Daigo rebuscó en su mochila por su cantimplora. Necesitaba volver a hidratarse. Necesitaba agua.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.