1/10/2019, 02:05
(Última modificación: 1/10/2019, 02:30 por King Roga. Editado 4 veces en total.)
Por un instante, el falso Kisame se sorprendió, aunque su reacción no distaba tanto de la que el propio lobo tenía. "Es por eso..." Claramente, una venganza. Una que había arrastrado al problema a un tercero que nada que ver, involucrando a los familiares del mentado Ichiro. Pero ahí no acababa la cosa.
Agachó la mirada, ensombreciendo su rostro mientras el otro escupía sus acusaciones. "El hijo de un traidor, quién ahora también ha rasgado su bandana." Se mentalizó, mientras el muchacho explicaba como infructuosamente intentó hacer unas innecesarias paces. "Esta puta rabieta, ¿es porque el cara de lombriz desnutrida no le peló?" Aquello era tan ridículo, que apretó los dientes en señal de molestia. Pero esta vez, si era la rabia del Lobo.
Entonces el grandulón quiso amedrentarlo, creyendo que tenía por fin delante de sí a su ex-compañero debilucho, pretendiendo que podría tratarlo como una muñeca de trapo.
—Que iluso...
Antes de que pudiera tomarle del cuello, el Yotsuki se giró a la derecha, usando cómo eje el talón de su pie izquierdo para dejar que la mano del bravucón se fuese de largo encontrando nada más que aire en su camino. Siendo que justo mientras estaba dando su media vuelta, la pierna de Rōga ya se habría cargado con una electricidad argéntea, que para cuando estuviesen justo de lado a lado mirando en direcciones opuestas, remataría finalmente con un estruendoso pisotón que tenía toda la intención de destrozar el pie del gigantón.
—¡STOMP THUNDER BULLDOZER!— Sería el grito que procedería a aquella técnica.
Agachó la mirada, ensombreciendo su rostro mientras el otro escupía sus acusaciones. "El hijo de un traidor, quién ahora también ha rasgado su bandana." Se mentalizó, mientras el muchacho explicaba como infructuosamente intentó hacer unas innecesarias paces. "Esta puta rabieta, ¿es porque el cara de lombriz desnutrida no le peló?" Aquello era tan ridículo, que apretó los dientes en señal de molestia. Pero esta vez, si era la rabia del Lobo.
Entonces el grandulón quiso amedrentarlo, creyendo que tenía por fin delante de sí a su ex-compañero debilucho, pretendiendo que podría tratarlo como una muñeca de trapo.
—Que iluso...
Antes de que pudiera tomarle del cuello, el Yotsuki se giró a la derecha, usando cómo eje el talón de su pie izquierdo para dejar que la mano del bravucón se fuese de largo encontrando nada más que aire en su camino. Siendo que justo mientras estaba dando su media vuelta, la pierna de Rōga ya se habría cargado con una electricidad argéntea, que para cuando estuviesen justo de lado a lado mirando en direcciones opuestas, remataría finalmente con un estruendoso pisotón que tenía toda la intención de destrozar el pie del gigantón.
—¡STOMP THUNDER BULLDOZER!— Sería el grito que procedería a aquella técnica.