1/10/2019, 02:40
(Última modificación: 1/10/2019, 13:50 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
El colérico niño se sorprendió, no esperaría eso de Kisame ni en sus peores pesadillas, alguien capaz de esquivarle con esa presteza no podía ser el verdadero shinobi desnutrido que conocía y llevaba siguiendo a todas partes durante meses... El pie de Roga impactó de lleno en su pierna derecha, golpe que acompañó con un desgarrador grito que inundó la escalera y prácticamente todo el edificio. No hay que ser médico para suponer que algo se había roto en el pie de aquel musculado chico, el cual se dejó caer hacia atrás con unas lágrimas en su rostro.
-T-Tú no... Tú no eres Kisame... -Dijo ahora asustado y con lágrimas en la cara mientras se lamentaba por el dolor de su pie roto -E-Ese cobarde... Ni siquiera ha venido? -Su tono de voz parecía desesperado a la par que, evidentemente, asustado por la situación y porque aquel, ahora obviamente falso Kisame le había dado un golpe de una potencia extrahordinaria.
El pelinegro escuchó el grito de Roga y se apresuró a bajar por el hueco de las escaleras para ver la escena. Roga parecía acabar de darle un potente golpe en el pie, y el ninja renegado estaba sentado en el suelo mientras sujetaba su pie por el empeine. Quien demonios era ese tal Roga? Aquel chico parecía una montaña de músculos y había podido contenerle con solo una técnica para dejarle llorando? Los ojos de Kisame se abrieron completamente por momentos y se acercó al musculitos.
-Ni siquiera me acuerdo de ti... Solo se que has secuestrado a mi madrina, y eso no te lo voy a perdonar.... -Dijo mientras se alejaba y empezaba a hacer sellos.
Tras hacer una serie de sellos con una destreza cuestionable, puso las dos palmas sobre el suelo y alrededor del Renegado salieron dos medias cúpulas de piedra, únicamente separadas por unos tres centímetros, encerrándole en medio junto con el amejin, quien, quizás con un poco de suerte, logró salir de la zona afectada por la técnica a tiempo y quedó fuera.
-Donde está Kata? -Preguntó, intentando intimidar, quizás con poco éxito dadas sus bajas aptitudes sociales, ante lo cual, el ninja Renegado decidió no contestar ni una sola palabra.
-T-Tú no... Tú no eres Kisame... -Dijo ahora asustado y con lágrimas en la cara mientras se lamentaba por el dolor de su pie roto -E-Ese cobarde... Ni siquiera ha venido? -Su tono de voz parecía desesperado a la par que, evidentemente, asustado por la situación y porque aquel, ahora obviamente falso Kisame le había dado un golpe de una potencia extrahordinaria.
El pelinegro escuchó el grito de Roga y se apresuró a bajar por el hueco de las escaleras para ver la escena. Roga parecía acabar de darle un potente golpe en el pie, y el ninja renegado estaba sentado en el suelo mientras sujetaba su pie por el empeine. Quien demonios era ese tal Roga? Aquel chico parecía una montaña de músculos y había podido contenerle con solo una técnica para dejarle llorando? Los ojos de Kisame se abrieron completamente por momentos y se acercó al musculitos.
-Ni siquiera me acuerdo de ti... Solo se que has secuestrado a mi madrina, y eso no te lo voy a perdonar.... -Dijo mientras se alejaba y empezaba a hacer sellos.
Tras hacer una serie de sellos con una destreza cuestionable, puso las dos palmas sobre el suelo y alrededor del Renegado salieron dos medias cúpulas de piedra, únicamente separadas por unos tres centímetros, encerrándole en medio junto con el amejin, quien, quizás con un poco de suerte, logró salir de la zona afectada por la técnica a tiempo y quedó fuera.
-Donde está Kata? -Preguntó, intentando intimidar, quizás con poco éxito dadas sus bajas aptitudes sociales, ante lo cual, el ninja Renegado decidió no contestar ni una sola palabra.