2/10/2019, 00:07
Kisame escuchó las indicaciones del guardia con atención mientras asentía lentamente. Al final, había sido muy buena idea preguntarle a un militar, desde luego, acababa de librarse de un mal trago como el de "La Mina", y eso le tranquilizaba en gran medida.
-Muchísimas gracias, de verdad -Dijo, una vez el guardia había terminado su explicación, para después hacer un par de reverencias formales en señal de agradecimiento -Es hora, pase buena noche -Concluyó el pelinegro a modo de despedida, levantando la mano derecha y dándose la vuelta para buscar aquel lugar que le había indicado el militar. A priori, se fiaría de él. Le daba la sensación de ser alguien honrado, y eso le alegraba, no quería que volviera a pasar como en Notsuba bajo ningún concepto.
Caminó por la Avenida de las Flores hasta que vió una pastelería con un cartel rosa, como el guardia le había indicado. Giró entonces a la derecha y encontró el sitio en cuestión. Suspiró con tranquilidad entonces y se dispuso a abrir la puerta del establecimiento para ver qué se encontraba allí.
-Muchísimas gracias, de verdad -Dijo, una vez el guardia había terminado su explicación, para después hacer un par de reverencias formales en señal de agradecimiento -Es hora, pase buena noche -Concluyó el pelinegro a modo de despedida, levantando la mano derecha y dándose la vuelta para buscar aquel lugar que le había indicado el militar. A priori, se fiaría de él. Le daba la sensación de ser alguien honrado, y eso le alegraba, no quería que volviera a pasar como en Notsuba bajo ningún concepto.
Caminó por la Avenida de las Flores hasta que vió una pastelería con un cartel rosa, como el guardia le había indicado. Giró entonces a la derecha y encontró el sitio en cuestión. Suspiró con tranquilidad entonces y se dispuso a abrir la puerta del establecimiento para ver qué se encontraba allí.