2/10/2019, 00:44
No le dio demasiada importancia al tema de los niños. Como había visto en sus escasos viajes, en las grandes cuidades no custodiadas por ninjas era relativamente común que hubiese algún que otro delincuente de poca monta, y sobre todo siendo niños, no les haría nada, seguramente algún adulto se lo hubiera mandado... Así que, seguramente no tuvieran culpa de nada. A pesar de su carácter fr´´io y serio, Kisame siempre había intentado hacer lo correcto. Era cierto que muchas veces la ley le parecía totalmente ridícula, pero el hecho de hacer el bien para consigo mismo y los demás era su modus operandi más habitual.
Entró en la posada y se dio cuenta de que era justo lo que él deseaba para esa noche. Un lugar tranquilo en el que se hospedarían otros viajeros, como él y en el que podría respirar tranquilo y no arriesgarse a una pelea innecesaria. El precio le pareció correcto, no era la cama más barata del mundo pero era un precio justo y, la verdad es que estaba algo cansado y no quería ponerse tacaño en esos momentos.
-Buenas noches -Dijo el de Amegakure con educación mientras observaba al posadero estudiandole -Me ha leído las palabras -Contestó Kisame intentando ser simpático, pero desde luego, no era para nada lo suyo -Me parece bien, pero me apetece beber algo caliente... Un té está bien. Si tuviese que pagar algo a mayores no me importaría, lo cierto es que allí afuera hace frío -Comentó mientras buscaba un taburete, para posteriormente esperar su cena o las indicaciones del cantinero sobre en qué mesa sentarse y cuál sería su cuarto.
Entró en la posada y se dio cuenta de que era justo lo que él deseaba para esa noche. Un lugar tranquilo en el que se hospedarían otros viajeros, como él y en el que podría respirar tranquilo y no arriesgarse a una pelea innecesaria. El precio le pareció correcto, no era la cama más barata del mundo pero era un precio justo y, la verdad es que estaba algo cansado y no quería ponerse tacaño en esos momentos.
-Buenas noches -Dijo el de Amegakure con educación mientras observaba al posadero estudiandole -Me ha leído las palabras -Contestó Kisame intentando ser simpático, pero desde luego, no era para nada lo suyo -Me parece bien, pero me apetece beber algo caliente... Un té está bien. Si tuviese que pagar algo a mayores no me importaría, lo cierto es que allí afuera hace frío -Comentó mientras buscaba un taburete, para posteriormente esperar su cena o las indicaciones del cantinero sobre en qué mesa sentarse y cuál sería su cuarto.