3/10/2019, 20:07
Riko pinchó uno de los trozos de carne que tenía delante, con la sal gruesa por encima y la mojó en aquel delicioso chimichurri de piña antes de metérselo en la boca y saborear aquella delicia hecha bocado.
—Tu rival, ¿hmm? Entonces te aconsejo que hoy tengas doble sesión de entrenamiento, Riko. Hoy… y todos los días de tu vida. Porque no pienso ponértelo nada fácil.
El moreno tragó antes de contestar.
—Bueno, si ese es el único requisito, entrenaré tres veces al día, así te alcanzaré antes. — Rió el joven. —Pero quizás debiera ponerme metas más alcanzables, o más a corto plazo, para no desanimarme, ¿no? — Preguntó mientras miraba con deseo un nuevo cacho de carne que tenía pinchado en el tenedor. —¿Quieres probarlo? — Ofreció.
La conversación siguió su curso hasta una pregunta que era bastante lógica.
—Bueno, lo cierto es que más o menos he seguido a mi padre, él fue shinobi antes de entrar aquí. Y de todas formas, creo que esto no es lo mío, aunque tengo un buen manejo con los cuchillos, la verdad. — Admitió el moreno.
—Tu rival, ¿hmm? Entonces te aconsejo que hoy tengas doble sesión de entrenamiento, Riko. Hoy… y todos los días de tu vida. Porque no pienso ponértelo nada fácil.
El moreno tragó antes de contestar.
—Bueno, si ese es el único requisito, entrenaré tres veces al día, así te alcanzaré antes. — Rió el joven. —Pero quizás debiera ponerme metas más alcanzables, o más a corto plazo, para no desanimarme, ¿no? — Preguntó mientras miraba con deseo un nuevo cacho de carne que tenía pinchado en el tenedor. —¿Quieres probarlo? — Ofreció.
La conversación siguió su curso hasta una pregunta que era bastante lógica.
—Bueno, lo cierto es que más o menos he seguido a mi padre, él fue shinobi antes de entrar aquí. Y de todas formas, creo que esto no es lo mío, aunque tengo un buen manejo con los cuchillos, la verdad. — Admitió el moreno.