7/10/2019, 20:37
—Supongo que es uno de los inconvenientes de que todas sus habitantes no vean ni tres en un burro —terció Akame, aguantándose una risilla malvada por su propio chiste.
Pese al aspecto lúgubre y ancestral de aquel lugar, a Akame no le transmitía miedo o inquietud, sino más bien una calma tan imposible de hallar que si no la hubiera sentido en sus propias carnes aquella noche, afirmaría que no existiese. Allí, entre las viejas columnas de piedra y las paredes tomadas por la naturaleza, el Uchiha se sentía muy extraño; no sabía si era por la propia imagen taciturna del lugar o porque, por primera vez en su vida, creía estar experimentando lo que significaba no ser un ninja, pero se encontraba... En paz.
Sacudió la cabeza, forzándose a volver a lo importante: rescatar a Okawa.
—Ella es la próxima profeta, o algo así —recordó—. Deben haberla llevado a algún lugar importante, busquemos una estancia que parezca sobresalir de entre las demás —entonces miró las escaleras—. O quizás en la torre más alta del castillo.
Pese al aspecto lúgubre y ancestral de aquel lugar, a Akame no le transmitía miedo o inquietud, sino más bien una calma tan imposible de hallar que si no la hubiera sentido en sus propias carnes aquella noche, afirmaría que no existiese. Allí, entre las viejas columnas de piedra y las paredes tomadas por la naturaleza, el Uchiha se sentía muy extraño; no sabía si era por la propia imagen taciturna del lugar o porque, por primera vez en su vida, creía estar experimentando lo que significaba no ser un ninja, pero se encontraba... En paz.
Sacudió la cabeza, forzándose a volver a lo importante: rescatar a Okawa.
—Ella es la próxima profeta, o algo así —recordó—. Deben haberla llevado a algún lugar importante, busquemos una estancia que parezca sobresalir de entre las demás —entonces miró las escaleras—. O quizás en la torre más alta del castillo.