14/10/2019, 18:00
Pero el Yotsuki no respondió nada ante las palabras de Kisame, simplemente las ignoró cómo el silente viento del desierto, tan cotidiano y banal como para prestarle atención. ¿Qué se iban a enojar? ¿Con qué derecho habrían de hacerlo? Con precaución y sin bajar ni un sólo momento la guardia, alzó la cadena con fuerza.
Un azote de la cadena directo a la cara de niñato de aquel enclenque, aunque la propia expresión del de cabellos tricolor era estoica. Dos más, tres más, los que fueran necesarios. Era lo único que necesitaba.
Se limitaría a golpearlo hasta la inconsciencia, para asegurarse de que no les estorbaría en el futuro cercano. Si bien le había dejado inmóvil, no podía fiarse de absolutamente nada. Ya una vez sufrió la desventura de que al creer a alguien atrapado este resultó huyendo, así que sabia que aún las precauciones podían ser fútiles. No, ahora debía concentrase y tratar en lo posible de salvar a la anciana cautiva y mantener a salvo a }l pelinegro.
Si bien eran ambos genin, Rōga se echó sobre sus hombros toda la responsabilidad al iniciar una persecución por su propia cuenta sin esperar una orden. Por ello, debía dar lo mejor de sí. Si lograba noquear al grandulón, procedería a seguir investigando.
—¿Tu amiguito no ha detectado algún aroma de otra persona en este sitio?— Inquirió. Aunque no pudieran seguir el rastro de la anciana, por lo menos podría saber cuantos más enemigos podrían haber en el edificio.
Un azote de la cadena directo a la cara de niñato de aquel enclenque, aunque la propia expresión del de cabellos tricolor era estoica. Dos más, tres más, los que fueran necesarios. Era lo único que necesitaba.
Se limitaría a golpearlo hasta la inconsciencia, para asegurarse de que no les estorbaría en el futuro cercano. Si bien le había dejado inmóvil, no podía fiarse de absolutamente nada. Ya una vez sufrió la desventura de que al creer a alguien atrapado este resultó huyendo, así que sabia que aún las precauciones podían ser fútiles. No, ahora debía concentrase y tratar en lo posible de salvar a la anciana cautiva y mantener a salvo a }l pelinegro.
Si bien eran ambos genin, Rōga se echó sobre sus hombros toda la responsabilidad al iniciar una persecución por su propia cuenta sin esperar una orden. Por ello, debía dar lo mejor de sí. Si lograba noquear al grandulón, procedería a seguir investigando.
—¿Tu amiguito no ha detectado algún aroma de otra persona en este sitio?— Inquirió. Aunque no pudieran seguir el rastro de la anciana, por lo menos podría saber cuantos más enemigos podrían haber en el edificio.