17/10/2019, 01:44
Daigo logró llegar sin problemas a la Prisión del Yermo. No estaba lejos de la ciudad —no sin una tormenta de por medio, al menos—, y con las indicaciones que le había dado Nahana, hasta él era capaz de llegar a destino sin perderse por las dunas.
Se trataba de un enorme edificio de piedra gris, casi con forma de castillo —de techo ovalado y sin torres en sus esquinas—. Y cuando digo hecho de piedras, digo gigantescos bloques de piedras, que perfectamente podían sobrepasar la tonelada de peso. Para acceder a él solo contaba con una entrada visible: un portalón metálico. Se encontraba cerrado, y no había nadie a la vista, aunque la puerta contaba con una ranura a la altura de los ojos de una persona de estatura media, con el pasador echado por dentro, impidiendo que se pudiese ver nada al otro lado.
Se trataba de un enorme edificio de piedra gris, casi con forma de castillo —de techo ovalado y sin torres en sus esquinas—. Y cuando digo hecho de piedras, digo gigantescos bloques de piedras, que perfectamente podían sobrepasar la tonelada de peso. Para acceder a él solo contaba con una entrada visible: un portalón metálico. Se encontraba cerrado, y no había nadie a la vista, aunque la puerta contaba con una ranura a la altura de los ojos de una persona de estatura media, con el pasador echado por dentro, impidiendo que se pudiese ver nada al otro lado.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado