17/10/2019, 16:09
Por fin, luego de un largo y tremendamente complicado viaje el joven Daigo se encontraba frente a la prisión. Un lugar remoto y robusto que a simple vista parecía inexpugnable.
Es cierto que la parte más complicada de su cometido era el viaje, pero su verdadera misión empezaba ahora.
Daifgo descubrió su rostro del turbante para ajustarse un poco más su bandana en la frente, y además leyó el pergamino que le había entregado Kenzou, solo para animarse.
«¡Vamos. Kenzou-sama confía en mí!»
Solo entonces dio un par de pasos al frente y chocó sus nudillos contra el portalón tres veces con fuerza.
Es cierto que la parte más complicada de su cometido era el viaje, pero su verdadera misión empezaba ahora.
Daifgo descubrió su rostro del turbante para ajustarse un poco más su bandana en la frente, y además leyó el pergamino que le había entregado Kenzou, solo para animarse.
«¡Vamos. Kenzou-sama confía en mí!»
Solo entonces dio un par de pasos al frente y chocó sus nudillos contra el portalón tres veces con fuerza.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.