28/10/2019, 23:23
La paciencia es una virtud que por increíble que parezca, llega a ser escasa. Por suerte nuestros dos protagonista parecían tener de sobra lo que a muchos les faltaba. Pese a lo escaso de los momentos, el Yotsuki poco a poco estaba sintiendo un poco de presión ante lo sucedido. ¿En qué clase de locura se acababan de meter? Estaban allanando una propiedad privada para salvaguardar a una dama en peligro que no llevaban ni un día de conocer. Mientras esperaba la explosión, reflexionaba sobre si valía la pena arriesgarse por salvar a un sólo inocente.
En cuanto el sello explotó, tuvo su respuesta: Sí.
Luego del estallido el silencio que había permanecido durante mucho tiempo se vio finalmente cortado. Más pronto que tarde el piso resonó como el cantar de las golondrinas lejanas, eran claramente pisadas a toda velocidad. De un lado y de otro, estaban tomando las armas y se acercaban rápidamente a la fuente del sonido.
—Good! ¡Es nuestro chance!— Sonrió emocionado el Yotsuki dispuesto a emprender carrera. —No hay tiempo para perder— De inmediato se pondría en marcha, aprovechando el caos generado para internarse y lograr buscar a la joven Itako.
En cuanto el sello explotó, tuvo su respuesta: Sí.
Luego del estallido el silencio que había permanecido durante mucho tiempo se vio finalmente cortado. Más pronto que tarde el piso resonó como el cantar de las golondrinas lejanas, eran claramente pisadas a toda velocidad. De un lado y de otro, estaban tomando las armas y se acercaban rápidamente a la fuente del sonido.
—Good! ¡Es nuestro chance!— Sonrió emocionado el Yotsuki dispuesto a emprender carrera. —No hay tiempo para perder— De inmediato se pondría en marcha, aprovechando el caos generado para internarse y lograr buscar a la joven Itako.