8/11/2019, 06:11
—Oh, lo lamento. ¿Dónde dejé mis modales? Me llamo Kuwaragashi, pero puedes llamarme sólo Kuwa— Se limitó a reír, que ya estaba acostumbrado a que su nombre fuera problemático de pronunciar para los demás. —¿Jóvenes?— el rostro del hombre pasó a una expresión un tanto más seria, siendo que sus comisuras bajaban más y más con cada palabra de Kouji, hasta que finalmente su sonrisa desapareció totalmente.
—La verdad, me has agarrado con la guardia baja con eso— El hombre frunció el ceño y agachó la vista al suelo. —¿Los jóvenes de los cuales tienes sospechas, son de Villa Odei?— Realmente conocía la respuesta a la pregunta, pero la formuló de todas formas para convencerse a sí mismo de lo que acababa de escuchar. —La verdad, algunos de los chicos se han animado a trabajar aquí con nosotros, pero lo que me estás contando me supera... Realmente no quiero desconfiar de ninguno de ellos pues he convivido y tanto con ellos en este proyecto.
Suspiró.
»Si sigues vagando por aquí no vas a tardar en encontrarte con alguno de los muchachos, aunque segeuramente el resto de mis colegas te pedirán explicaciones al respecto. Te dejaré dar tus vueltas, pero ten cuidado con las obras.
El hombre ahora lucía entre triste y confundido.
—La verdad, me has agarrado con la guardia baja con eso— El hombre frunció el ceño y agachó la vista al suelo. —¿Los jóvenes de los cuales tienes sospechas, son de Villa Odei?— Realmente conocía la respuesta a la pregunta, pero la formuló de todas formas para convencerse a sí mismo de lo que acababa de escuchar. —La verdad, algunos de los chicos se han animado a trabajar aquí con nosotros, pero lo que me estás contando me supera... Realmente no quiero desconfiar de ninguno de ellos pues he convivido y tanto con ellos en este proyecto.
Suspiró.
»Si sigues vagando por aquí no vas a tardar en encontrarte con alguno de los muchachos, aunque segeuramente el resto de mis colegas te pedirán explicaciones al respecto. Te dejaré dar tus vueltas, pero ten cuidado con las obras.
El hombre ahora lucía entre triste y confundido.