20/11/2019, 19:22
El Fénix sintió cómo se le encogía algo en el pecho al oírse llamado por Okawa. En efecto, era ella quien esperaba en la oscuridad de aquella sala, y también quien había estado sollozando en su ausencia. El Uchiha quiso agarrarla sin perder un minuto y salir de allí a escape, para poder, por fin, poner punto y final a la pesadilla que debía estar viviendo la susodicha. Mas una voz conocida le detuvo, y en su lugar le obligó a buscar a Enma Kyoko junto a las dos estatuas que coronaban la habitación.
No le sorprendió la escena que ocurrió a continuación. Kyoko, con aire de suficiencia, demandando una prueba de lealtad a su esclava. Okawa, rota, doblegándose ante ella. Akame negó con la cabeza para después cruzarse de brazos, alerta a cualquier cosa que pudiera suceder; sin el uso de sus técnicas ninja, se sentía más desvalido que nunca. Pero ni siquiera permitió que eso le disuadiese de su propósito: quería ayudar a Okawa.
—No podrías haberlo hecho de una forma menos convincente ni aunque quisieras —replicó el Uchiha, después de Rōga, quien se le había adelantado. A diferencia del King, Akame no se dirigía a la muchacha, sino a su captora—. ¿Esperas que simplemente nos demos la media vuelta? Es evidente que Okawa está aterrorizada aquí, y que la habéis coaccionado para que se pliegue a vuestras demandas.
El exjōnin avanzó un paso, descruzando los brazos.
—No aceptaré esto. No, mientras coartéis la libertad de esta niña, yo no me voy de aquí ni para el putas —declaró, firme en su resolución—. Okawa se merece la oportunidad de elegir, verdaderamente, por sí misma. Se merece escoger su destino.
No le sorprendió la escena que ocurrió a continuación. Kyoko, con aire de suficiencia, demandando una prueba de lealtad a su esclava. Okawa, rota, doblegándose ante ella. Akame negó con la cabeza para después cruzarse de brazos, alerta a cualquier cosa que pudiera suceder; sin el uso de sus técnicas ninja, se sentía más desvalido que nunca. Pero ni siquiera permitió que eso le disuadiese de su propósito: quería ayudar a Okawa.
—No podrías haberlo hecho de una forma menos convincente ni aunque quisieras —replicó el Uchiha, después de Rōga, quien se le había adelantado. A diferencia del King, Akame no se dirigía a la muchacha, sino a su captora—. ¿Esperas que simplemente nos demos la media vuelta? Es evidente que Okawa está aterrorizada aquí, y que la habéis coaccionado para que se pliegue a vuestras demandas.
El exjōnin avanzó un paso, descruzando los brazos.
—No aceptaré esto. No, mientras coartéis la libertad de esta niña, yo no me voy de aquí ni para el putas —declaró, firme en su resolución—. Okawa se merece la oportunidad de elegir, verdaderamente, por sí misma. Se merece escoger su destino.