30/11/2019, 01:46
Luego de unos largos y extraños segundos, finalmente Koku, La anciana, abrió la puerta, o mejor dicho apenas la entreabrió lo suficiente para que Daigo pudiera ver su ojo.
«Qué extraño» pensó de nuevo. Todo se le estaba haciendo muy extraño.
—Quería pasarme a saludar, pues pronto estaré de vuelta en Kusagakure —le dijo—. ¿Vengo... en un mal momento?
«Qué extraño» pensó de nuevo. Todo se le estaba haciendo muy extraño.
—Quería pasarme a saludar, pues pronto estaré de vuelta en Kusagakure —le dijo—. ¿Vengo... en un mal momento?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.