30/11/2019, 18:39
—¡Hola!
Alegre, el chico cogió a Gura para levantarla y abrazarla antes de volverla a dejar en el suelo.
Fue entonces cuando notó que allí había una persona más. Una mujer que ocultaba todo su rostro tras un turbante, excepto sus mágicos ojos verdes que llamaron la atención del peliverde al instante.
Koku intentó presentarla, pero finalmente fue ella quien se presentó como Kasaru.
—El placer es mío, Kasaru-san —dijo mientras pensaba en esos ojos y esa voz rasposa...—. Esto... ¿puedo preguntarle algo?
Daigo inclinó todo su torso en una pronunciada reverencia.
—¿Fue usted quien me salvó la vida en el desierto?
No tenía dudas. Debía ser ella.
Alegre, el chico cogió a Gura para levantarla y abrazarla antes de volverla a dejar en el suelo.
Fue entonces cuando notó que allí había una persona más. Una mujer que ocultaba todo su rostro tras un turbante, excepto sus mágicos ojos verdes que llamaron la atención del peliverde al instante.
Koku intentó presentarla, pero finalmente fue ella quien se presentó como Kasaru.
—El placer es mío, Kasaru-san —dijo mientras pensaba en esos ojos y esa voz rasposa...—. Esto... ¿puedo preguntarle algo?
Daigo inclinó todo su torso en una pronunciada reverencia.
—¿Fue usted quien me salvó la vida en el desierto?
No tenía dudas. Debía ser ella.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.