24/12/2019, 01:24
Daigo no necesitó ninguna respuesta por parte de Kasaru, pues ya había encontrado todo lo que necesitaba escrito en su piel.
«No puede ser...»
Aunque sorprendido, el chico no dudó un solo segundo en lo que tenía que hacer en aquella situación.
Kasaru era una criminal, y quien sabe lo que había hecho para ser encerrada en la Prisión del Yermo.
—Voy a abrir, huye, por favor —le dijo en voz baja.
Pero ella le había salvado la vida, se lo debía, y nadie se merecía lo que le sucedería de ser atrapada.
¿Que cómo escaparía cuando solo había una ventana? Esperaba que Kasaru lo descubriera a tiempo, porque no tenían mucho.
—¡Esperen, no tiren la puerta, abriré! —gritó.
«No puede ser...»
Aunque sorprendido, el chico no dudó un solo segundo en lo que tenía que hacer en aquella situación.
Kasaru era una criminal, y quien sabe lo que había hecho para ser encerrada en la Prisión del Yermo.
—Voy a abrir, huye, por favor —le dijo en voz baja.
Pero ella le había salvado la vida, se lo debía, y nadie se merecía lo que le sucedería de ser atrapada.
¿Que cómo escaparía cuando solo había una ventana? Esperaba que Kasaru lo descubriera a tiempo, porque no tenían mucho.
—¡Esperen, no tiren la puerta, abriré! —gritó.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.