6/01/2020, 23:50
Ella sonrió, o al menos aquella boca de muñeca parecía esbozar una sonrisa. No hubo más resistencia, siendo que el Uchiha sentiría como si arrastrase un simple maniquí. En todo ese tiempo, la muñeca viviente mantuvo su expresión sin voltear a verle en ningún momento. En cuanto Akame terminase de atarla a uno de los maderos de la estructura, Kyōko se quedaría ahí, inmóvil como las otras dos estatuas en el altar, como la lógica diría de un ente hecho de pura madera y metal. Lucía, ¿tranquila? Pese a haber sido derrotada, no aparentaba estar mínimamente molesta o afligida en lo absoluto.
Independientemente de lo que dijera o hiciera el ex-jounin, ella sólo soltaría unas últimas palabras.
—Te quedan pocos obstáculos, sigue así— Aquello no sonaba como a desafío, sino a palabras de aliento. Nuevamente, ella se quedó inmóvil atada al pilar.
Independientemente de lo que dijera o hiciera el ex-jounin, ella sólo soltaría unas últimas palabras.
—Te quedan pocos obstáculos, sigue así— Aquello no sonaba como a desafío, sino a palabras de aliento. Nuevamente, ella se quedó inmóvil atada al pilar.