14/01/2020, 16:13
Daigo estaba en las últimas. De su antebrazo no dejaba de gotear sangre, drenando su vitalidad. Tenía los puños destrozados, le ardían los músculos, le faltaba el aire. Sus pulmones no conseguían llevar el suficiente oxígeno a su sangre. Sangre que, por cierto, poco le quedaba. La visión le oscureció. Un sabor agrio inundó su paladar. El sabor a debilidad extrema, a agotamiento. Pero entonces, recordó algo. Recordó…
…su propio poder.
La Kaguya salió despedida en dirección contraria, pareció flotar por un momento en el aire, con la espalda arqueada hacia atrás, y finalmente cayó como un fajo inerte en el suelo. Su cabeza rebotó dos veces antes de posarse inerte en la arena. Había sido noqueada.
—Daigo… —Kasaru se arrastraba sobre la arena, como una serpiente agónica. Las esposas tan solo sujetaban una de sus muñecas, y Daigo pudo ver que tenían una llave encajada—. Daigo… tu brazo… —trató de señalarle, preocupada.
Había derrotado a su adversaria, pero de seguir así, compartiría el mismo final que ella.
…su propio poder.
¡¡¡PAAAAAAMMMMMM!!!!
La Kaguya salió despedida en dirección contraria, pareció flotar por un momento en el aire, con la espalda arqueada hacia atrás, y finalmente cayó como un fajo inerte en el suelo. Su cabeza rebotó dos veces antes de posarse inerte en la arena. Había sido noqueada.
—Daigo… —Kasaru se arrastraba sobre la arena, como una serpiente agónica. Las esposas tan solo sujetaban una de sus muñecas, y Daigo pudo ver que tenían una llave encajada—. Daigo… tu brazo… —trató de señalarle, preocupada.
Había derrotado a su adversaria, pero de seguir así, compartiría el mismo final que ella.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado