14/01/2020, 16:55
El rostro de Kasaru era un poema. Un amasijo de moratones, carne hinchada y sangre. Solo sus ojos brillaban, quizá con más fuerza que nunca, entre sus heridas sangrantes. Unos ojos que taladraron los de Daigo como dos saetas de fuego.
Tan solo pudo preguntar una cosa:
—¿Por qué?
Tan solo pudo preguntar una cosa:
—¿Por qué?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado