15/01/2020, 01:38
Daigo respondió al abrazo de Gura con el suyo propio, reconfortándola.
Kasaru apareció en escena, sonriendo y haciéndole saber a Daigo que estaba bien.
—Qué alivio...
Pero no estaban solos. Al otro lado de la habitación todavía se encontraba la esclava, esforzándose en desatarse, decidida en cumplir su misión hasta las últimas consecuencias.
Nadie parecía saber qué hacer con ella.
—Quizá... quizá tengo algo —dijo, algo inseguro—, pero no sé qué hacer si no funciona.
Daigo se recostó, tomó un segundo para tomar aire y...
—¡Esclava! —llamó su atención con la autoridad que solo una mujer poseía—. Detente.
Odiaba llamarla de esa manera, pero parecía ser la forma en la que se referían a ella.
Kasaru apareció en escena, sonriendo y haciéndole saber a Daigo que estaba bien.
—Qué alivio...
Pero no estaban solos. Al otro lado de la habitación todavía se encontraba la esclava, esforzándose en desatarse, decidida en cumplir su misión hasta las últimas consecuencias.
Nadie parecía saber qué hacer con ella.
—Quizá... quizá tengo algo —dijo, algo inseguro—, pero no sé qué hacer si no funciona.
Daigo se recostó, tomó un segundo para tomar aire y...
—¡Esclava! —llamó su atención con la autoridad que solo una mujer poseía—. Detente.
Odiaba llamarla de esa manera, pero parecía ser la forma en la que se referían a ella.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.