15/01/2020, 03:38
Kasaru negó con la cabeza.
—No, no digas eso. Jamás te disculpes por lo que hiciste —replicó, más tajante de lo que hubiese pretendido—. Además, no es tu culpa. Si mi familia está en peligro es por mí.
Desvió la mirada hacia la ventana, desde donde podían ver a abuela y nieta abrazadas. Koku parecía estar contándole algún tipo de cuento a Gura para tranquilizarla.
—Si no hubiese vuelto aquí… Si me hubiese ido a cualquier otro sitio… Soy imbécil. Soy imbécil, Daigo. —Escupió un gargajo sanguinolento—. Me arrebataron a mi hija nada más verla nacer, ¿sabes? Ni siquiera me permitieron… Ni siquiera me permitieron tenerla en brazos. Solo quería… —Las palabras se le atragantaban en la garganta. Los ojos le brillaban—. Solo quería abrazarla una vez. Solo una.
Y ahora ella estaba en peligro. Por su culpa, por su culpa, por su culpa… Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no desmoronarse allí mismo.
—Escúchame, Daigo. Sé que… Sé que no tengo derecho a pedirte esto. Sé que ya hiciste demasiado por nosotras. Pero… Mi madre, mi madre no sabrá sobrevivir ahí afuera. Es una mujer fuerte, ella. Siempre lo ha sido. Pero todo esto le pilla demasiado mayor. ¿Crees que…? —le miró a los ojos, implorante—. ¿Crees que podrías llevarlas a tu villa? ¿A Kusa? Mi hija lleva mi sangre. Sé que será kunoichi algún día. Y quizá, al contrario que su madre, podría serlo luchando en el bando correcto. En el que tienes un hogar al que volver sin temor a ser atrapada, encarcelada o esclavizada.
—No, no digas eso. Jamás te disculpes por lo que hiciste —replicó, más tajante de lo que hubiese pretendido—. Además, no es tu culpa. Si mi familia está en peligro es por mí.
Desvió la mirada hacia la ventana, desde donde podían ver a abuela y nieta abrazadas. Koku parecía estar contándole algún tipo de cuento a Gura para tranquilizarla.
—Si no hubiese vuelto aquí… Si me hubiese ido a cualquier otro sitio… Soy imbécil. Soy imbécil, Daigo. —Escupió un gargajo sanguinolento—. Me arrebataron a mi hija nada más verla nacer, ¿sabes? Ni siquiera me permitieron… Ni siquiera me permitieron tenerla en brazos. Solo quería… —Las palabras se le atragantaban en la garganta. Los ojos le brillaban—. Solo quería abrazarla una vez. Solo una.
Y ahora ella estaba en peligro. Por su culpa, por su culpa, por su culpa… Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no desmoronarse allí mismo.
—Escúchame, Daigo. Sé que… Sé que no tengo derecho a pedirte esto. Sé que ya hiciste demasiado por nosotras. Pero… Mi madre, mi madre no sabrá sobrevivir ahí afuera. Es una mujer fuerte, ella. Siempre lo ha sido. Pero todo esto le pilla demasiado mayor. ¿Crees que…? —le miró a los ojos, implorante—. ¿Crees que podrías llevarlas a tu villa? ¿A Kusa? Mi hija lleva mi sangre. Sé que será kunoichi algún día. Y quizá, al contrario que su madre, podría serlo luchando en el bando correcto. En el que tienes un hogar al que volver sin temor a ser atrapada, encarcelada o esclavizada.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado