15/01/2020, 05:43
(Última modificación: 15/01/2020, 05:44 por Tsukiyama Daigo.)
Diez minutos pasaron antes de que, son decir una sola palabra más, Kasaru se marchara hacia cualquiera que fuera su destino.
«Adiós, Kasaru-san, espero volver a verte».
Se tomaría unos segundos extra para darle tiempo a la familia de prepararse. Probablemente estarían afectadas por despedirse, quizá definitivamente, de un tercio de su familia.
Luego, una vez más, Nathifa volvió a hacer acto de presencia.
Miró a Koku, luego a Gura y finalmente a la esclava.
—Esclava —se esforzó en volver a usar ese término—. Ya no será necesario que mates al chico peliverde.
Giró la cabeza hacia Koku, con la misma expresión severa de siempre.
»Y obedecerás las órdenes de esta mujer. ¿Entendido?
«Adiós, Kasaru-san, espero volver a verte».
Se tomaría unos segundos extra para darle tiempo a la familia de prepararse. Probablemente estarían afectadas por despedirse, quizá definitivamente, de un tercio de su familia.
Luego, una vez más, Nathifa volvió a hacer acto de presencia.
Miró a Koku, luego a Gura y finalmente a la esclava.
—Esclava —se esforzó en volver a usar ese término—. Ya no será necesario que mates al chico peliverde.
Giró la cabeza hacia Koku, con la misma expresión severa de siempre.
»Y obedecerás las órdenes de esta mujer. ¿Entendido?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.