15/01/2020, 13:11
(Última modificación: 15/01/2020, 18:29 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Akame arrugó su expresión cuando la fina hoja de su chokutō acarició sin problemas los tendones de la parte lateral e inferior en la rodilla de la Duodécima, seccionándolos con gran precisión. «Esto no se suponía que debía acabar así...» Demasiado tarde para lamentaciones, el Uchiha observó curioso cómo aquella anciana dirigía a las demás, y entendió entonces su modus operandi: utilizaba el sonido para guiarlas y darles órdenes.
Sin embargo, todavía se encontraban en desventaja frente a un ninja bien entrenado y dispuesto; quizás demasiada desventaja. Ya consciente de cómo peleaban aquellas monjas, Akame se colocó de un salto en un punto medio entre las dos del flanco derecho y las dos del flanco izquierdo; de tal manera que cuando le lanzaran sus bastones, él se limitaría a agacharse por completo para dejarlos pasar por encima de su cuerpo. Si la jugada le salía bien, las improvisadas jabalinas seguirían su recorrido hasta impactar a las dos monjas del lado contrario; cada una noquearía —y sería noqueada— por su contraria.
Si la táctica funcionaba, Akame se impulsaría con un gran salto para pasar junto a las monjas derribadas, buscando —ahora sí— saltar el bloqueo y continuar su huída hacia el exterior del templo.
Sin embargo, todavía se encontraban en desventaja frente a un ninja bien entrenado y dispuesto; quizás demasiada desventaja. Ya consciente de cómo peleaban aquellas monjas, Akame se colocó de un salto en un punto medio entre las dos del flanco derecho y las dos del flanco izquierdo; de tal manera que cuando le lanzaran sus bastones, él se limitaría a agacharse por completo para dejarlos pasar por encima de su cuerpo. Si la jugada le salía bien, las improvisadas jabalinas seguirían su recorrido hasta impactar a las dos monjas del lado contrario; cada una noquearía —y sería noqueada— por su contraria.
Si la táctica funcionaba, Akame se impulsaría con un gran salto para pasar junto a las monjas derribadas, buscando —ahora sí— saltar el bloqueo y continuar su huída hacia el exterior del templo.