16/01/2020, 20:09
El bosque de bambú dentro del área limítrofe de la montaña no se diferenciaba mucho del que estaba más allá de los muros, pues era denso y extenso a partes iguales. Sin embargo, en aquel suelo poca o ninguna huella solía quedar marcada, por lo que al menos ese no sería un método fiable para seguirles el paso.
Cabe destacar, que el Yotsuki tampoco pareció pensar en que Akame pudiese seguirlo, salvo por un detalle tan simple que podía pasar fácilmente desapercibido para el montón de cegatas: Letras R talladas sin ninguna pena en los tallos, que ni la monstruosidad de seis brazos con todas sus capacidades habilitadas hubiese sido capaz de notar. Al final, el viejo truco de las migajas de pan era simple pero efectivo, sin complicarse demasiado.
El rastro le llevaría hacia el noroeste, donde llegaría a divisar el muro no sólo de frente sino también por el lateral, flanqueándolos en una arrinconada esquina. Ahí, divisaría a una Ōkawa de rodillas al suelo que se sujetaba la cabeza, mientras el Yotsuki estaba cruzado de brazos frente a ella con cara de medio reír.
Cabe destacar, que el Yotsuki tampoco pareció pensar en que Akame pudiese seguirlo, salvo por un detalle tan simple que podía pasar fácilmente desapercibido para el montón de cegatas: Letras R talladas sin ninguna pena en los tallos, que ni la monstruosidad de seis brazos con todas sus capacidades habilitadas hubiese sido capaz de notar. Al final, el viejo truco de las migajas de pan era simple pero efectivo, sin complicarse demasiado.
El rastro le llevaría hacia el noroeste, donde llegaría a divisar el muro no sólo de frente sino también por el lateral, flanqueándolos en una arrinconada esquina. Ahí, divisaría a una Ōkawa de rodillas al suelo que se sujetaba la cabeza, mientras el Yotsuki estaba cruzado de brazos frente a ella con cara de medio reír.