17/01/2020, 16:05
Daigo agradecía la compañía como no se imaginaba nadie allí. Ya no solo por la experiencia de Koku, que le ayudó a no morir en el desierto, sino que el simple hecho de ya marcaba una gran diferencia frente al solitario viaje de ida.
Como era de esperar, todo se hizo un poco más fácil en cuanto salieron del País del Viento, excepto para Koku. Ella no parecía acostumbrarse del todo al cambio de clima.
Daigo no podía esperar a enseñarles el País del Bosque.
Finalmente, luego de demasiado tiempo fuera, por fin había vuelto a casa.
Se tomó un momento y respiró. No debía ponerse nervioso, al fin y al cabo eran su familia, pero no podía evitarlo cuando estaba a punto de pedir algo tan complicado.
Sobretodo después de haberla liado tanto.
—Esperen aquí —le indicó al grupo.
Se acercó a los guardias, sacando el pergamino de su misión.
—Buenas, soy Tsukiyama Daigo —se presentó—. Acabo de regresar de mi misión en el País del Viento.
Como era de esperar, todo se hizo un poco más fácil en cuanto salieron del País del Viento, excepto para Koku. Ella no parecía acostumbrarse del todo al cambio de clima.
Daigo no podía esperar a enseñarles el País del Bosque.
Finalmente, luego de demasiado tiempo fuera, por fin había vuelto a casa.
Se tomó un momento y respiró. No debía ponerse nervioso, al fin y al cabo eran su familia, pero no podía evitarlo cuando estaba a punto de pedir algo tan complicado.
Sobretodo después de haberla liado tanto.
—Esperen aquí —le indicó al grupo.
Se acercó a los guardias, sacando el pergamino de su misión.
—Buenas, soy Tsukiyama Daigo —se presentó—. Acabo de regresar de mi misión en el País del Viento.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.