18/01/2020, 17:58
El perro pareció disfrutar de la caricia en la cabeza, aunque luego pareció sacudir la cabeza y finalmente soltó el pergamino en la mano de la chiquilla.
—¡Ahhhhhh no me vuelvas a hacer eso!— Aquella voz, por más que buscaran cerca, no provenía de nadie más que no fuese aquel perro. —¡Se supone que debo servir de perro guardián y lucir intimidante! No puedo ponerme a mover la patita cada vez que alguien me rasca la orejita, así que te agradecería que no me dejases en evidencia!— Por cómo movía el hocico, quedaba claro que no había ningún engaño en él.
—¡Ahhhhhh no me vuelvas a hacer eso!— Aquella voz, por más que buscaran cerca, no provenía de nadie más que no fuese aquel perro. —¡Se supone que debo servir de perro guardián y lucir intimidante! No puedo ponerme a mover la patita cada vez que alguien me rasca la orejita, así que te agradecería que no me dejases en evidencia!— Por cómo movía el hocico, quedaba claro que no había ningún engaño en él.