23/01/2020, 16:30
Lo días pasaron. Daigo salió del hospital, hizo su informe con todo detalle y todo volvió a la normalidad. Excepto porque ahora dos personas nuevas se habían unido a la villa.
Koku se esforzaba por acostumbrarse, mientras Gura se maravillaba con cada cosa nueva que veía. Daigo, por su parte, siempre estaba encantado de mostrarles el lugar.
«Bien está lo que bien acaba, ¿eh? Lo he conseguido, Kasaru-san».
Fue un día de esos, mientras los tres paseaban, que Daigo se encontró con un local que le llamó la atención.
—Esperen un momento, ¿sí? —dijo. No sabía si debía entrar con ellas—. Ahora vengo.
Curioso, el joven se separó del grupo y se adentró a la tienda. Quizá allí dentro podría aprender algo más sobre Kasaru y como acabó en la situación en la que se encontraba.
Koku se esforzaba por acostumbrarse, mientras Gura se maravillaba con cada cosa nueva que veía. Daigo, por su parte, siempre estaba encantado de mostrarles el lugar.
«Bien está lo que bien acaba, ¿eh? Lo he conseguido, Kasaru-san».
Fue un día de esos, mientras los tres paseaban, que Daigo se encontró con un local que le llamó la atención.
—Esperen un momento, ¿sí? —dijo. No sabía si debía entrar con ellas—. Ahora vengo.
Curioso, el joven se separó del grupo y se adentró a la tienda. Quizá allí dentro podría aprender algo más sobre Kasaru y como acabó en la situación en la que se encontraba.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.