25/01/2020, 21:10
—Por ahora no —negó Yota—. Tan solo agradecerle su tiempo, tenía ya ganas de conocerla en persona, Morikage-sama. Si no necesita nada más iré a ocuparme de mis cosas.
Aburame Kintsugi inclinó la cabeza en un movimiento lleno de elegancia. Y antes de dejarle marchar añadió unas últimas palabras:
—Que tengas buen día, Yota. Y recuerda: Con nuestro sacrificio, servimos a nuestra familia. Con nuestro sacrificio, servimos a Kusagakure.
Aburame Kintsugi inclinó la cabeza en un movimiento lleno de elegancia. Y antes de dejarle marchar añadió unas últimas palabras:
—Que tengas buen día, Yota. Y recuerda: Con nuestro sacrificio, servimos a nuestra familia. Con nuestro sacrificio, servimos a Kusagakure.