29/01/2020, 13:35
Eri seguía mirando a la araña con los ojos abiertos de par en par, pero su acompañante, el chico rubio de ojos ambarinos, quería sacar provecho de la situación. Ella no estaba en posición de negociar nada, a sabiendas de que si no se quitaba ese bicho de la cabeza poco iba a durar aquella conversación y compañía.
— Es la jodida araña, ya veo... —Eri asintió levemente— No voy a decir que no esté sorprendido de que toda una jounin de Uzushiogakure esté tan acojonada de ver una jodida arañita, pero podemos hacer un trato... Qué te parecería si... tu me dices donde coño se esconde Juro y me ayudas a dar con él y yo hago desaparecer la ocho ojos, ¿eh?
Seguramente, si hubiese estado en pleno uso de todos sus sentidos, se hubiera enfadado por el atrevimiento del chico a llamarla cobarde por tener fobia —algo natural— a los arácnidos, pero no pudo replicar, le estaba dando su billete de poder actuar con normalidad delante de él, y ella necesitaba poder respirar.
—¡S-sí! ¡L-lo que quieras, pero hazla desaparecer! —corrió a decir.
— Es la jodida araña, ya veo... —Eri asintió levemente— No voy a decir que no esté sorprendido de que toda una jounin de Uzushiogakure esté tan acojonada de ver una jodida arañita, pero podemos hacer un trato... Qué te parecería si... tu me dices donde coño se esconde Juro y me ayudas a dar con él y yo hago desaparecer la ocho ojos, ¿eh?
Seguramente, si hubiese estado en pleno uso de todos sus sentidos, se hubiera enfadado por el atrevimiento del chico a llamarla cobarde por tener fobia —algo natural— a los arácnidos, pero no pudo replicar, le estaba dando su billete de poder actuar con normalidad delante de él, y ella necesitaba poder respirar.
—¡S-sí! ¡L-lo que quieras, pero hazla desaparecer! —corrió a decir.