29/01/2020, 17:56
—Oh, sí, sí, participamos juntas... Uchiha Datsue también participó, pero no sé si le conocerás...
Oh. Claro que lo conocía. "Desgraciadamente si..." Si Eri observaba bien al genin, notaría que en cuanto mencionó ese nombre el párpado de Rōga empezó a saltar y un par de venas en su cuello se resaltaron. "¿Ese Uchiha de mierda? Ah, verga, es verdad... Él cantaba y tocaba el shamisen. ¡BULLSHIT!" Su cerebro había borrado cassette de aquel desagradable encuentro. "Maldita sea no pienses en el Uchiha de mierda, que si no te va a dar una indigestión y vas a arruinar tu comida." Debía tener cuidado en como se refería a él, pues parecía que la Uzumaki le conocía y no quería descargar toda su ira enfrente. Por suerte, desde aquella ocasión el muchacho tenía bastante más autocontrol.
—Conozco a Datsue, pero él y yo no estamos en buenos términos— Se sinceró para dejar claras las cosas. Aunque su tono de voz parecía bastante calmado y seguía sin perder la sonrisa, los ojos los tenía afilados y amenazantes como los de un asesino serial.
Para su suerte, la kunoichi pronto volvió al rumbo de la conversación y explico que ella tocaba una flauta que también había sido una herencia de su padre, y de cómo habían participado en dueto junto a Ayame durante aquel evento.
—Hmmmmm— Ya más relajado, se llevó la mano al mentón y cerró los ojos, pensativo. —Pues si tú no sabes yo menos, que parece que tú le conoces mejor que yo— ¿Si no como es que se habían animado a realizar semejante proeza? —Alguna razón habrá tenido, que a veces ella parece que se subestima a si misma— Terminó por tomar takoyaki y empezar a degustarlo. "Ahora que recuerdo, Usagihime toca la flauta shakuhachi. ¡Quizá podría convencerla de que me acompañe en el Festival de este año!" Aunque el problema era lograr dar con ella.
Quizá fuese al probar su bocadillo, que su cabeza se iluminó y tuvo una idea.
—¡Deberían volver a participar juntas!— Se comió la última bolita de pulpo y apuntó con el palillo a la pelirroja. —Yo también tengo una gran amiga que también es flautista, ¡y me encantaría poder concursas junto a alguien que ya ha conseguido un puesto tan alto en el festival!— Sus ojos brillaban más y más de la emoción, hasta que recordó su último encuentro con Ayame y sus comisuras descendieron bruscamente borrando por primera vez la sonrisa que había mantenido desde que se habían visto en la plaza.—Aunque no sé si Aotsuki estará realmente bien...
Oh. Claro que lo conocía. "Desgraciadamente si..." Si Eri observaba bien al genin, notaría que en cuanto mencionó ese nombre el párpado de Rōga empezó a saltar y un par de venas en su cuello se resaltaron. "¿Ese Uchiha de mierda? Ah, verga, es verdad... Él cantaba y tocaba el shamisen. ¡BULLSHIT!" Su cerebro había borrado cassette de aquel desagradable encuentro. "Maldita sea no pienses en el Uchiha de mierda, que si no te va a dar una indigestión y vas a arruinar tu comida." Debía tener cuidado en como se refería a él, pues parecía que la Uzumaki le conocía y no quería descargar toda su ira enfrente. Por suerte, desde aquella ocasión el muchacho tenía bastante más autocontrol.
—Conozco a Datsue, pero él y yo no estamos en buenos términos— Se sinceró para dejar claras las cosas. Aunque su tono de voz parecía bastante calmado y seguía sin perder la sonrisa, los ojos los tenía afilados y amenazantes como los de un asesino serial.
Para su suerte, la kunoichi pronto volvió al rumbo de la conversación y explico que ella tocaba una flauta que también había sido una herencia de su padre, y de cómo habían participado en dueto junto a Ayame durante aquel evento.
—Hmmmmm— Ya más relajado, se llevó la mano al mentón y cerró los ojos, pensativo. —Pues si tú no sabes yo menos, que parece que tú le conoces mejor que yo— ¿Si no como es que se habían animado a realizar semejante proeza? —Alguna razón habrá tenido, que a veces ella parece que se subestima a si misma— Terminó por tomar takoyaki y empezar a degustarlo. "Ahora que recuerdo, Usagihime toca la flauta shakuhachi. ¡Quizá podría convencerla de que me acompañe en el Festival de este año!" Aunque el problema era lograr dar con ella.
Quizá fuese al probar su bocadillo, que su cabeza se iluminó y tuvo una idea.
—¡Deberían volver a participar juntas!— Se comió la última bolita de pulpo y apuntó con el palillo a la pelirroja. —Yo también tengo una gran amiga que también es flautista, ¡y me encantaría poder concursas junto a alguien que ya ha conseguido un puesto tan alto en el festival!— Sus ojos brillaban más y más de la emoción, hasta que recordó su último encuentro con Ayame y sus comisuras descendieron bruscamente borrando por primera vez la sonrisa que había mantenido desde que se habían visto en la plaza.—Aunque no sé si Aotsuki estará realmente bien...