30/01/2020, 18:33
Pese a la hora, muchos negocios ya estaban abiertos y dispuestos a vender sus mercancías. En la mañana se movilizaban todos los que iban a trabajar y no podían permitirse desaprovechar una afluencia de posibles compradores matutinos, aunque el primer visitante de la carnicería de Joka-san no sería otra sino la kunoichi de la lluvia. El ya se encontraba moliendo algo de carne en la máquina cuando escuchó el efusivo saludo de la niña, volteando a ver y parpadeando en cuanto mencionó el nombre de Nanashi.
—¿De parte de Nanashi? ¡Ahhh claro! ¡Ren!— El carnicero dejó lo que estaba haciendo y procedió a lavarse las manos antes de acercarse al mostrador para ver más de cerca a la muchacha. —Mira que aún no tengo el encargo, que él siempre pide un corte muy específico. Ya había venido a solicitarlo hace dos días y no esperaba que viese a traerlo tan pronto, que le dije que en invierno a veces se retrasan un poco o le suben los precios. A todo esto, ¿por que no vino él? ¿Le pasó algo?
El carnicero parecía bastante platicador.
—¿De parte de Nanashi? ¡Ahhh claro! ¡Ren!— El carnicero dejó lo que estaba haciendo y procedió a lavarse las manos antes de acercarse al mostrador para ver más de cerca a la muchacha. —Mira que aún no tengo el encargo, que él siempre pide un corte muy específico. Ya había venido a solicitarlo hace dos días y no esperaba que viese a traerlo tan pronto, que le dije que en invierno a veces se retrasan un poco o le suben los precios. A todo esto, ¿por que no vino él? ¿Le pasó algo?
El carnicero parecía bastante platicador.