31/01/2020, 21:35
Hana no tardó en responder a Daisuke, que la observó curioso ante lo que tenía que decir.
— Sí, sé un par, pero el problema con los jutsus de Doton es que son muy aparatosos. No creo que destrozar todo el suelo nos vaya a ser muy útil en esta misión. El Suiton, en cambio, mientras no salga todo estrepitosamente mal, sí nos puede ayudar. Creo que la única técnica que voy a poder usar yo es la de hacer un destello con la hoja de la katana. Cuento contigo para todo lo demás.
El joven notó la mano de su compañera en su hombro, y también contempló su bonita sonrisa, a lo que él le devolvió el gesto con otra sonrisa. Todavía no entendía muy bien cómo había llegado hasta el punto de hablar tanto tiempo seguido con una mujer, y mucho menos, tener esa confianza y esas muestras de afecto. Para él, era toda una proeza.
— Venga, que ya casi llegamos. Esperemos que todo vaya bien. — Dijo, para acto seguido colocarse su bandana en la frente. — Vamos.
Dicho esto, ambos doblaron la última esquina para llegar finalmente al lugar indicado de reunión. Allí, efectivamente, había muchas personas, entre las cuales se encontrarían esperando el mandatario de la misión y la cantante a la que tendrían que escoltar. Sin embargo, al no conocer a ninguno de ellos, Daisuke se mantuvo en silencio y contemplativo, a la espera de que ellos se acercasen al identificarlos como los ninjas encargados de la escolta, ya que, después de todo, eran los únicos Gennin que se encontraban allí en ese preciso momento.
— Espero que no tarden en llegar. Es extraño en mí, pero tengo ganas de comenzar con la misión. — Explicó el Nara a su compañera tras sincerarse, pues, normalmente, el rubio era un holgazán por naturaleza propia. Sin embargo, el hecho de poder realizar su primera misión de rango D le suponía un pequeño incentivo y una motivación añadida a tener en cuenta, motivos de su felicidad y sus ganas de trabajar.
— Sí, sé un par, pero el problema con los jutsus de Doton es que son muy aparatosos. No creo que destrozar todo el suelo nos vaya a ser muy útil en esta misión. El Suiton, en cambio, mientras no salga todo estrepitosamente mal, sí nos puede ayudar. Creo que la única técnica que voy a poder usar yo es la de hacer un destello con la hoja de la katana. Cuento contigo para todo lo demás.
El joven notó la mano de su compañera en su hombro, y también contempló su bonita sonrisa, a lo que él le devolvió el gesto con otra sonrisa. Todavía no entendía muy bien cómo había llegado hasta el punto de hablar tanto tiempo seguido con una mujer, y mucho menos, tener esa confianza y esas muestras de afecto. Para él, era toda una proeza.
— Venga, que ya casi llegamos. Esperemos que todo vaya bien. — Dijo, para acto seguido colocarse su bandana en la frente. — Vamos.
Dicho esto, ambos doblaron la última esquina para llegar finalmente al lugar indicado de reunión. Allí, efectivamente, había muchas personas, entre las cuales se encontrarían esperando el mandatario de la misión y la cantante a la que tendrían que escoltar. Sin embargo, al no conocer a ninguno de ellos, Daisuke se mantuvo en silencio y contemplativo, a la espera de que ellos se acercasen al identificarlos como los ninjas encargados de la escolta, ya que, después de todo, eran los únicos Gennin que se encontraban allí en ese preciso momento.
— Espero que no tarden en llegar. Es extraño en mí, pero tengo ganas de comenzar con la misión. — Explicó el Nara a su compañera tras sincerarse, pues, normalmente, el rubio era un holgazán por naturaleza propia. Sin embargo, el hecho de poder realizar su primera misión de rango D le suponía un pequeño incentivo y una motivación añadida a tener en cuenta, motivos de su felicidad y sus ganas de trabajar.