31/01/2020, 22:51
Al parecer, el chico sabía algo más que no había compartido, así que ella sujetó el vaso de cristal con más fuerza de la que debería mientras escuchaba atentamente lo que él quería contarle acerca de Juro, pues su preocupación y su curiosidad empezaban a bailar en el mismo compás y eso no le hacía demasiada gracia.
«Es verdad, Juro era Jinchuuriki de Kusagakure...» Se recordó mentalmente cuando él lo mencionó. Había veces en las que se olvidaba que Datsue y Ayame también tenían dentro un bijuu, pero no podía pasarlo por alto tan rápido.
—Bueno, pues utilizó el Nanabi para... pues utilizar su poder destructor para acabar con al vida de Moyashi Kenzou, Sandaime Morikage.
—¿Q-Q-Qué? —balbuceó ella, derramando casi la mitad del líquido que tenía entre las manos guardado en el recipiente que tintineó cuando se dio contra sus uñas.
— No soy jōnin, solo soy un estúpido gennin, pero creo que no hace falta ser un prodigio de la inteligencia para imaginarse que es cuestión de tiempo que Jurete aparezca en el Libro Bingo de la Alianza con una suculenta recompensa.
«Juro... Un criminal... ¿Acabar con tu propio kage? ¿Por qué harías algo así, Juro? ¿Qué ha pasado?» Se preguntaba, queriendo hacerle esas mismas preguntas al chico de sus pensamientos, pero el moreno no estaba allí, y tampoco podría contestar sus dudas mientras tomaba un zumo en un pequeño bar.
—Sigo sin... Comprender, ¿no sabes la razón por la que lo hizo? Kenzou-sama... Es increíble... —dejó el vaso y con la mano algo pegajosa por el líquido se apoyó sobre la mesa con una mano mientras se dejaba caer sobre la silla, abatida—. Es increíble... —volvió a repetir, medio ida.
«Es verdad, Juro era Jinchuuriki de Kusagakure...» Se recordó mentalmente cuando él lo mencionó. Había veces en las que se olvidaba que Datsue y Ayame también tenían dentro un bijuu, pero no podía pasarlo por alto tan rápido.
—Bueno, pues utilizó el Nanabi para... pues utilizar su poder destructor para acabar con al vida de Moyashi Kenzou, Sandaime Morikage.
—¿Q-Q-Qué? —balbuceó ella, derramando casi la mitad del líquido que tenía entre las manos guardado en el recipiente que tintineó cuando se dio contra sus uñas.
— No soy jōnin, solo soy un estúpido gennin, pero creo que no hace falta ser un prodigio de la inteligencia para imaginarse que es cuestión de tiempo que Jurete aparezca en el Libro Bingo de la Alianza con una suculenta recompensa.
«Juro... Un criminal... ¿Acabar con tu propio kage? ¿Por qué harías algo así, Juro? ¿Qué ha pasado?» Se preguntaba, queriendo hacerle esas mismas preguntas al chico de sus pensamientos, pero el moreno no estaba allí, y tampoco podría contestar sus dudas mientras tomaba un zumo en un pequeño bar.
—Sigo sin... Comprender, ¿no sabes la razón por la que lo hizo? Kenzou-sama... Es increíble... —dejó el vaso y con la mano algo pegajosa por el líquido se apoyó sobre la mesa con una mano mientras se dejaba caer sobre la silla, abatida—. Es increíble... —volvió a repetir, medio ida.