31/01/2020, 23:02
— ¿Eres tonto o crees que yo soy el tonto? — Preguntó desafiante el cantante, lo que provocó que Daisuke primero frunciese el ceño, levemente enfadado por el comentario, y luego arqueó su ceja derecha en señal de desconcierto y duda.
Después, Daisuke observó cómo el Gennin de Amegakure se levantó sus gafas de sol negras, mostrando unos ojos de color dorado tras ellas, y acto seguido, comenzando a moverse rápidamente girando sobre la guitarra para colocarse al lado del Nara, tal vez, haciendo un alarde de velocidad y reflejos, pero que al rubio, lejos de impresionarle lo más mínimo, se quedó impasible observando sus movimientos sin moverse ni un sólo centímetro de su posición por mucho que le incomodase su presencia y sobre todo, su cercanía.
—Elogias mi técnica pero no mi melodía. ¿Como se supone que quieres que me tome eso?— Preguntó notablemente cabreado el cantante cuyo orgullo parecía haber sido tocado por la falta de sensibilidad del Nara, o más bien, por su pasividad ante todo lo que aborrecía o directamente no le gustaba ni le llamaba la atención. Después de todo, era su forma de ser.
Así pues, Daisuke se encogió de hombros, para luego llevar su mano derecha a la nuca y mostrar una leve sonrisa de manera despreocupada pero sensiblemente avergonzado mientras le dedicaba una serie de palabras al guitarrista.
— De nuevo, perdóname si te he ofendido, ya que no era mi intención. — Repitió de nuevo, por si su interlocutor no lo había escuchado previamente. — No dudo de tu falta de talento ni de tu técnica, eso es cierto. Y tampoco dudo de tu valentía y tu coraje, pues está claro que te sobran pelotas. — Añadió esta vez el Nara, ahora un poco molesto por la actitud amenazante del cantante. — Perdona mi falta de educación y mis modales, pero reconoce que me has provocado. — Dijo, excusándose por su comportamiento esta vez con el rostro serio. — Es sólo cuestión de gustos. A mí me va más lo clásico y lo antiguo, y a ti está claro que te va más lo heavy. Eres un tío duro. No me cabe duda. Y si no me crees pregúntale a tu cabeza. — Finalizó, bromeando sobre los diferentes significados de dureza para intentar desviar la conversación hacia otro lado y a la vez intentar averiguar cuál era el grado de inteligencia de aquel joven. Todavía no sabía a ciencia cierta cómo y cuándo se había torcido tanto el rumbo de aquella conversación.
Después, Daisuke observó cómo el Gennin de Amegakure se levantó sus gafas de sol negras, mostrando unos ojos de color dorado tras ellas, y acto seguido, comenzando a moverse rápidamente girando sobre la guitarra para colocarse al lado del Nara, tal vez, haciendo un alarde de velocidad y reflejos, pero que al rubio, lejos de impresionarle lo más mínimo, se quedó impasible observando sus movimientos sin moverse ni un sólo centímetro de su posición por mucho que le incomodase su presencia y sobre todo, su cercanía.
—Elogias mi técnica pero no mi melodía. ¿Como se supone que quieres que me tome eso?— Preguntó notablemente cabreado el cantante cuyo orgullo parecía haber sido tocado por la falta de sensibilidad del Nara, o más bien, por su pasividad ante todo lo que aborrecía o directamente no le gustaba ni le llamaba la atención. Después de todo, era su forma de ser.
Así pues, Daisuke se encogió de hombros, para luego llevar su mano derecha a la nuca y mostrar una leve sonrisa de manera despreocupada pero sensiblemente avergonzado mientras le dedicaba una serie de palabras al guitarrista.
— De nuevo, perdóname si te he ofendido, ya que no era mi intención. — Repitió de nuevo, por si su interlocutor no lo había escuchado previamente. — No dudo de tu falta de talento ni de tu técnica, eso es cierto. Y tampoco dudo de tu valentía y tu coraje, pues está claro que te sobran pelotas. — Añadió esta vez el Nara, ahora un poco molesto por la actitud amenazante del cantante. — Perdona mi falta de educación y mis modales, pero reconoce que me has provocado. — Dijo, excusándose por su comportamiento esta vez con el rostro serio. — Es sólo cuestión de gustos. A mí me va más lo clásico y lo antiguo, y a ti está claro que te va más lo heavy. Eres un tío duro. No me cabe duda. Y si no me crees pregúntale a tu cabeza. — Finalizó, bromeando sobre los diferentes significados de dureza para intentar desviar la conversación hacia otro lado y a la vez intentar averiguar cuál era el grado de inteligencia de aquel joven. Todavía no sabía a ciencia cierta cómo y cuándo se había torcido tanto el rumbo de aquella conversación.