3/02/2020, 03:00
De pronto algo dejó de moverse entre las bolsas, pues parecía que se había percatado de la presencia de la kunoichi. En un inicio, nada sucedió cuando ella pronunció aquellas palabras. Sin embargo, el animal poco a poco empezó a acercarse atraído por un olor que resultaba mucho más agradable que el resto de los desechos en los que había estado urgando hasta hace poco.
Era una perrita no demasiado grande, totalmente de color café, o al menos eso era lo que se dejaba apreciar en medio de aquel callejón. Parecía tímida, dando pasos leves, olfateando con cuidado mientras se acercaba. Ya de cerca, notaría que tenía una mancha en su ojo derecho parecida a un parche, dándole un poco de personalidad al animal.
Parecía estar calmada, o al menos lo suficientemente hambrienta para querer el hueso que la genin tenía en sus manos. Parecía que ya la tenía, cuando con parsimonia el can sujetó el hueso... Sólo para arrebatárselo de las manos con fuerza y echar a correr al fondo del callejón.
Al parecer, no era un sitio totalmente sin salida, sino que había un pequeño cruce al fondo que daba a la izquierda. ¿A dónde llevaría?
Era una perrita no demasiado grande, totalmente de color café, o al menos eso era lo que se dejaba apreciar en medio de aquel callejón. Parecía tímida, dando pasos leves, olfateando con cuidado mientras se acercaba. Ya de cerca, notaría que tenía una mancha en su ojo derecho parecida a un parche, dándole un poco de personalidad al animal.
Parecía estar calmada, o al menos lo suficientemente hambrienta para querer el hueso que la genin tenía en sus manos. Parecía que ya la tenía, cuando con parsimonia el can sujetó el hueso... Sólo para arrebatárselo de las manos con fuerza y echar a correr al fondo del callejón.
Al parecer, no era un sitio totalmente sin salida, sino que había un pequeño cruce al fondo que daba a la izquierda. ¿A dónde llevaría?