3/02/2020, 12:32
El amejin no paró ahí, es más, fue algo más allá. Habían quedado para asistir al Festival anual de Tanzaku Gai, e incluso la había incitado para que consiguiera un arma digna de ella... ¿Pero combatir contra ella? ¿Por qué?
—¿Qué me dices Uzumaki?— Sonrió enseñando los dientes. —Y que no se te olvide lo del Festival tampoco— Agregó.
Se rascó la mejilla, sin saber muy bien qué decir.
—Bueno, está bien, pero que no te deje engañar mi placa... No soy tan buena luchadora —admitió, algo avergonzada—. Pero primero, ya sabes, ¡el festival! —intentó desviar por otro lado, nerviosa.
Y, tras ello, se levantó.
—Ha sido un placer, Roga-san, pero creo que debería irme ya, todavía me queda un trecho hasta mi destino —informó—. Ha sido un placer conocerte aquí, seguramente no ha sido tan casualidad —dijo, sonriente.
—¿Qué me dices Uzumaki?— Sonrió enseñando los dientes. —Y que no se te olvide lo del Festival tampoco— Agregó.
Se rascó la mejilla, sin saber muy bien qué decir.
—Bueno, está bien, pero que no te deje engañar mi placa... No soy tan buena luchadora —admitió, algo avergonzada—. Pero primero, ya sabes, ¡el festival! —intentó desviar por otro lado, nerviosa.
Y, tras ello, se levantó.
—Ha sido un placer, Roga-san, pero creo que debería irme ya, todavía me queda un trecho hasta mi destino —informó—. Ha sido un placer conocerte aquí, seguramente no ha sido tan casualidad —dijo, sonriente.