9/02/2020, 20:00
Kurozuchi miró a Rōga, dubitativo.
—No te preocupes por sogas y arneses. Si tenemos que mover al cliente, una de mis aves puede encargarse tranquilamente —dijo. Rōga entendería a qué se refería, pues ya le había visto invocar a una de sus criaturas, tanto desde su cuerpo, como pintándolas en un pergamino—. y sí, cuando tengáis una lista de los alimentos, sellaremos lo perecedero en uno de mis pergaminos y el resto lo cargaremos nosotros. Por eso quiero que hagan un inventario y aseguren al menos las tres comida de Hibana. Nosotros podemos apañarnos si nos decidimos a cazar algo. Por lo demás, una tienda de campaña y algunos sacos de dormir sería lo más prioritario —torció el gesto hacia Myū, todavía perdida en el libro—. ¡Chiquilla, no es tiempo para leer! venga, vamos.
Zōzei les vio perderse a las afueras de la granja y bostezó, molesto; y poco después apareció la misma ama de casa que les había traído las bebidas anteriormente.
—Yuma-sama me ha pedido que os ayude a encontrar aquello que necesitan para vuestro viaje. Sean alimentos o artilugios, el hogar de los Tengoku podrá proveerlo. ¿Qué deseáis solventar primero, jóvenes?
—Pues la comida, ¿no?... así de paso comemos algo, que me suenan las jodidas tripas.
—No te preocupes por sogas y arneses. Si tenemos que mover al cliente, una de mis aves puede encargarse tranquilamente —dijo. Rōga entendería a qué se refería, pues ya le había visto invocar a una de sus criaturas, tanto desde su cuerpo, como pintándolas en un pergamino—. y sí, cuando tengáis una lista de los alimentos, sellaremos lo perecedero en uno de mis pergaminos y el resto lo cargaremos nosotros. Por eso quiero que hagan un inventario y aseguren al menos las tres comida de Hibana. Nosotros podemos apañarnos si nos decidimos a cazar algo. Por lo demás, una tienda de campaña y algunos sacos de dormir sería lo más prioritario —torció el gesto hacia Myū, todavía perdida en el libro—. ¡Chiquilla, no es tiempo para leer! venga, vamos.
Zōzei les vio perderse a las afueras de la granja y bostezó, molesto; y poco después apareció la misma ama de casa que les había traído las bebidas anteriormente.
—Yuma-sama me ha pedido que os ayude a encontrar aquello que necesitan para vuestro viaje. Sean alimentos o artilugios, el hogar de los Tengoku podrá proveerlo. ¿Qué deseáis solventar primero, jóvenes?
—Pues la comida, ¿no?... así de paso comemos algo, que me suenan las jodidas tripas.