10/02/2020, 02:38
—No me malinterpretes niña— Frunció el ceño. —Me refiero a que has tenido suerte, que a veces incluso Karaga y yo nos tardamos nuestro cacho de tiempo cuando nosotros mismos vamos a rondas de patrullaje— Resopló. —Y sí, debemos llevarlos con Karaga pero no a la oficina, sino a la zona de la clínica. Ven, sígueme— Indicó el cánido.
El perro le guió entonces por un camino recto hasta la puerta del fondo. El perro logró accionar la palanca de la puerta e ingresaron a un sitio distinto.
Era posible apreciar un tono verde casi blanco en las paredes, además que parecía haber grandes cuartos con muros de cristal que dejaban ver el interior. Muchos de ellos tenían, colchas y toda clase de juguetes. Karaga se encontraba parada inspeccionando uno de esos cuartos, además que ahora vestía una bata blanca.
—¡Karaga!— La llamaría el can. —Ren ya ha vuelto, y se sacó el premio triple.
La mujer salió del cuarto y corrió hasta la genin a toda prisa.
----¿TAN PRONTO? Ay, que ni siquiera había terminado de acomodar todo. Pero bueno, veamos que tenemos aquí— La mujer bajaría la jaula y la abriría para empezar a revisar. —Huy, que aquí vamos a tener que aplicar buenas vitaminas y vacunas— Dejó la puerta abierta para que los animales corrieran a sus anchas en el pasillo. —Bueno, en lo que yo atiendo a los recién llegados tú puedes continuar. Si quieres al regresar puedes simplemente dejarlos por aquí en caso de que yo no esté disponible, total este sitio es para que jueguen— Sonrió.
El perro le guió entonces por un camino recto hasta la puerta del fondo. El perro logró accionar la palanca de la puerta e ingresaron a un sitio distinto.
Era posible apreciar un tono verde casi blanco en las paredes, además que parecía haber grandes cuartos con muros de cristal que dejaban ver el interior. Muchos de ellos tenían, colchas y toda clase de juguetes. Karaga se encontraba parada inspeccionando uno de esos cuartos, además que ahora vestía una bata blanca.
—¡Karaga!— La llamaría el can. —Ren ya ha vuelto, y se sacó el premio triple.
La mujer salió del cuarto y corrió hasta la genin a toda prisa.
----¿TAN PRONTO? Ay, que ni siquiera había terminado de acomodar todo. Pero bueno, veamos que tenemos aquí— La mujer bajaría la jaula y la abriría para empezar a revisar. —Huy, que aquí vamos a tener que aplicar buenas vitaminas y vacunas— Dejó la puerta abierta para que los animales corrieran a sus anchas en el pasillo. —Bueno, en lo que yo atiendo a los recién llegados tú puedes continuar. Si quieres al regresar puedes simplemente dejarlos por aquí en caso de que yo no esté disponible, total este sitio es para que jueguen— Sonrió.