11/02/2020, 11:46
Antes de que pasase nada, lo primero que pude sentir es la presencia de alguien, y fue ese alguien quién posó su mano sobre mi hombro. La capucha no me permitía ver a través, por el rabillo del ojo, así que tendría que haber girado el rostro para ver de quién se trataba, pero se delató con su voz. Una voz muy familiar, de un buen amigo. De un amigo leal, me lo había demostrado muchas veces.
—Podría buscar algo para los dos —dijo, y sonrió a su compañero—, si te parece bien, Yota-kun.
Ejerciendo sus funciones como responsable de aquel turno, tras aquel escritorio había un hombre entrado en años pero trabajado y bien conservado. Así lo dejaban constante sus imponentes brazos, descubiertos.
—Oh, joven Yota, joven Daigo. Bienvenidos, bienvenidos. Hacía mucho que no os veía, ya comenzaba a tener miedo de que estuviéseis echando barriga en vuestras casas
— Oh, no, no se preocupe por eso. Simplemente... he estado buscando un amigo
Pues si no tenéis inconveniente en trabajar juntos, Morikage-sama hace nada ha rescatado esta tarea del cajón del olvido.
Acto seguido nos acercó un pergamino en el que claramente ponía la letra B. En otras condiciones los ojos me habrían hecho varios estellos de emoción. Pero no aquel día, no bajo aquella situación. Contra mayor fuese el rango de la misión más se cobraría por hacer el trabajo y eso era precisamente lo que necesitaba Kusagakure en aquel momento, con carácter de urgencia. todo recurso sería bienvenido con tal de facilitar la búsqueda del que en su día fue jinchūriki de la hierba.
— He trabajado muchas veces con Daigo-kun, será un gusto volver a hacerlo
«Tan solo espero que esta vez no salga mal»
Tomé el pergamino y me giré hacia el peliverde.
— Seguro que estamos de vuelta con el trabajo hecho en un abrir y cerrar de ojos, ¿a que si, Daigo-kun?
—Podría buscar algo para los dos —dijo, y sonrió a su compañero—, si te parece bien, Yota-kun.
Ejerciendo sus funciones como responsable de aquel turno, tras aquel escritorio había un hombre entrado en años pero trabajado y bien conservado. Así lo dejaban constante sus imponentes brazos, descubiertos.
—Oh, joven Yota, joven Daigo. Bienvenidos, bienvenidos. Hacía mucho que no os veía, ya comenzaba a tener miedo de que estuviéseis echando barriga en vuestras casas
— Oh, no, no se preocupe por eso. Simplemente... he estado buscando un amigo
Pues si no tenéis inconveniente en trabajar juntos, Morikage-sama hace nada ha rescatado esta tarea del cajón del olvido.
Acto seguido nos acercó un pergamino en el que claramente ponía la letra B. En otras condiciones los ojos me habrían hecho varios estellos de emoción. Pero no aquel día, no bajo aquella situación. Contra mayor fuese el rango de la misión más se cobraría por hacer el trabajo y eso era precisamente lo que necesitaba Kusagakure en aquel momento, con carácter de urgencia. todo recurso sería bienvenido con tal de facilitar la búsqueda del que en su día fue jinchūriki de la hierba.
— He trabajado muchas veces con Daigo-kun, será un gusto volver a hacerlo
«Tan solo espero que esta vez no salga mal»
Tomé el pergamino y me giré hacia el peliverde.
— Seguro que estamos de vuelta con el trabajo hecho en un abrir y cerrar de ojos, ¿a que si, Daigo-kun?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa