11/02/2020, 16:22
—¡Miru!— Fue lo único que contestó ante las dudas de la genin.
Sin embargo, no pudo seguir respondiendo al ver que los animales seguían peleando.
—¡Mirimirumirumiru!— La mujer tiró la escoba lo más alto que pudo, topando en la lámina y logrando espantar al gato blanco, dejando de pelear en el instante. —¡MIRU!— Volvió a gritar su nombre a casi llorar.
El gato manchado entonces se tiró de la cornisa, cayendo en brazos de la mujer.
—Ay por Amenokami, Miru....— lo abrazó. —Este es Miru, mi gato... Pero desde hace un tiempo ese otro ha aparecido por la zona y al ser dos machos ve a Miru como un competidor por territorio. Miru está castrado, pero aunque él esté calmado ese otro viene a hacer sus heces por sobre mi tienda y a hurgar por la basura. Si te lo puedes llevar te lo agradecería mucho, Kunoichi-san. ¡Mira como ha dejado a mi pobre Miru!— La mujer acarició al felino, el cuál tenía algunos arañazos.
Sin embargo, no pudo seguir respondiendo al ver que los animales seguían peleando.
—¡Mirimirumirumiru!— La mujer tiró la escoba lo más alto que pudo, topando en la lámina y logrando espantar al gato blanco, dejando de pelear en el instante. —¡MIRU!— Volvió a gritar su nombre a casi llorar.
El gato manchado entonces se tiró de la cornisa, cayendo en brazos de la mujer.
—Ay por Amenokami, Miru....— lo abrazó. —Este es Miru, mi gato... Pero desde hace un tiempo ese otro ha aparecido por la zona y al ser dos machos ve a Miru como un competidor por territorio. Miru está castrado, pero aunque él esté calmado ese otro viene a hacer sus heces por sobre mi tienda y a hurgar por la basura. Si te lo puedes llevar te lo agradecería mucho, Kunoichi-san. ¡Mira como ha dejado a mi pobre Miru!— La mujer acarició al felino, el cuál tenía algunos arañazos.