11/02/2020, 22:12
—Esa fiera puede estar en cualquier lado— Abrazó y acarició a su mascota herida. —Este barrio lo comprenden unas quince casas y se suele mantener vagando tanto día y noche sin un horario fijo en los tejados... No sé realmente donde pueda dormir, no puedo ayudarte mucho más. Lo lamento, dulzura— procedió a recoger su vara y caminar nuevamente hasta el interior del negocio.
»Sólo hay un callejón, y está al norte de aquí subiendo la calle. Ojalá tengas suerte, kunoichi-san.
La mujer hizo una pequeña reverencia, para luego entrar de nuevo al sitio para ver que podía hacer con su lastimado gato.
»Sólo hay un callejón, y está al norte de aquí subiendo la calle. Ojalá tengas suerte, kunoichi-san.
La mujer hizo una pequeña reverencia, para luego entrar de nuevo al sitio para ver que podía hacer con su lastimado gato.