11/02/2020, 23:49
Sin embargo, así como de raros parecían ser estos animales, así de raros sus comportamientos tal y como lo había predicho la kunoichi. Ella decidió meditar su siguiente plan de acción ante un animal que podría ser mucho más furtivo que los cánidos promedio, pero se vería interrumpida en sus pensamientos cuanto escuchó un ruido, pero no se trataba de un gato maullando.
En su lugar, era un aullido lastimero como el de un perro, proveniente del patio de una de las casas contiguas al callejón. No era posible apreciar desde su posición, ya que le separaba un muro alto de al menos cuatro metros que además tenía un alambrado de púas en toda su extensión, probablemente para evitar justamente que algún ladrón o animal pudiese entrar a molestar en la propiedad. El aullar era continuo, y muy triste.
En su lugar, era un aullido lastimero como el de un perro, proveniente del patio de una de las casas contiguas al callejón. No era posible apreciar desde su posición, ya que le separaba un muro alto de al menos cuatro metros que además tenía un alambrado de púas en toda su extensión, probablemente para evitar justamente que algún ladrón o animal pudiese entrar a molestar en la propiedad. El aullar era continuo, y muy triste.