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Y así, como el que no quiere la cosa, en un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos en aquel lugar que había sido el patio de juegos del pequeño cabroncito, destrozando todo el trabajo de aquella gente. Lo innegable es que aquella imagen era capaz de hablar sin ayuda de que nadie descubriese nada.
— Cabrones... murmullé por lo bajo.
—(...) ¡de todo eso! ¡Cuánto maldito gasto, y tiempo, y esfuerzo! ¡Pero qué hijos de su malnacida madre! ¡Si los hubiera agarrado, les reviento su puta cara con un mazo!
De una de las parcelas llegaban algunas quejas, Todos lo pudimos escuchar y fue Sora la primera en tomar cartas en el asunto, viendo aquel hombre, como conversaba con otro, aparentemente describiendo los actos vandálicos y sus consecuencias a medida que se iba acordando de su santa madre.
— Chicos, ¿por qué no seguís buscando a nuestro cliente? Tomad el pergamino de la misión, os ayudará a dar con él. Yo iré a hablar con ese hombre
— Claro, cuente con nosotros dije, mientras hacía un gesto a Ranko para que fuese ella quién cogiese el pergamino que Sora ahora nos estaba tendiendo.
Una vez Ranko lo tomase, la jōnin se acercaría a la zanja y alzaría la mano moviéndola de izquierda a derecha, para llamar la atención de ambos.
— ¡Disculpen! ¿Podría robarles un poco de su tiempo?
— Cabrones... murmullé por lo bajo.
—(...) ¡de todo eso! ¡Cuánto maldito gasto, y tiempo, y esfuerzo! ¡Pero qué hijos de su malnacida madre! ¡Si los hubiera agarrado, les reviento su puta cara con un mazo!
De una de las parcelas llegaban algunas quejas, Todos lo pudimos escuchar y fue Sora la primera en tomar cartas en el asunto, viendo aquel hombre, como conversaba con otro, aparentemente describiendo los actos vandálicos y sus consecuencias a medida que se iba acordando de su santa madre.
— Chicos, ¿por qué no seguís buscando a nuestro cliente? Tomad el pergamino de la misión, os ayudará a dar con él. Yo iré a hablar con ese hombre
— Claro, cuente con nosotros dije, mientras hacía un gesto a Ranko para que fuese ella quién cogiese el pergamino que Sora ahora nos estaba tendiendo.
Una vez Ranko lo tomase, la jōnin se acercaría a la zanja y alzaría la mano moviéndola de izquierda a derecha, para llamar la atención de ambos.
— ¡Disculpen! ¿Podría robarles un poco de su tiempo?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa