16/02/2020, 13:40
El gato nuevamente se abalanzó sobre la chica, pero esta en un ágil movimiento logró tomarlo con ambas manos en un último segundo antes de que clavara sus garras encima de su bello y preciado rostro juvenil. Fue tan repentino que las uñas del animal habían quedado a un par de centímetros de su rostro.
Pero el felino no se rendía, se sacudía e intentaba alcanzar con sus garras la cara de la niña. Sin embargo, era posible para la kunoichi sostenerlo con algo de esfuerzo para evitar que eso sucediera.
Pero el felino no se rendía, se sacudía e intentaba alcanzar con sus garras la cara de la niña. Sin embargo, era posible para la kunoichi sostenerlo con algo de esfuerzo para evitar que eso sucediera.